Miles de personas en la cabalgata, a su paso por Cort.

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Llegaron puntuales a su cita. Eran las 19.00 horas cuando los fuegos artificiales anunciaban la llegada al puerto de Palma de Sus Majestades a bordo de la embarcación más antigua de la flota española «Rafael Verderà», que data de 1841. Miles de personas, la mayoría niños, esperaban con ansías el encuentro con los Reyes Magos. Manos que saludaban efusivamente, gritos de alegría y ojos que emanaban ilusión fue el reci bimiento que tuvieron Sus Majestades, recién llegadas de Oriente.

Al desembarcar, Melchor, Gaspar y Baltasar saludaron a algunas de las autoridades de la Isla que les esperaban en el puerto, frente al Consolat de la Mar; entre ellas María José Frau, regidora de Dinamització Ciutadana; Àlvaro Gijón, regidor de Transports, y el presidente de la Autoritat Portuària, Joan Verger.

Tras los primeros saludos, y debido a las obras de la avenida Antoni Maura, la cabalgata se inició en la Plaça de la Reina. Los Reyes Magos desfilaron acompañados por 17 carrozas temáticas, tres carros y un camión cargados de regalos, cuatro carros de caramelos, dos bandas de música, cuatro grupos musicales, seis comparsas de animación y siete toneladas de caramelos.

La primera parte de la cabalgata se desarrolló sobre un hilo argumental que hizo referencia a los dragones mitológicos de los cinco continentes. Así se presentaron los dragones Hidra y Hércules de Grecia, el de Silca y Sant Jordi de España, la serpiente con plumas de Quetzaltcoalt de México, la serpiente Ayda Wedo de Nigeria, la diosa cobra Ureus de Egipto, el dragón Lung de China, Fafnir de Escandinavia y la serpiente Kunapipi de Australia.

Foto: T. Ayuga/