Las obras de desdoblamiento de la carretera de Valldemossa comenzaron ayer con el movimiento de tierra. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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La UIB fue escenario ayer de la presentación del proyecto en un acto oficial en que estuvo presente el rector de la UIB, Avel·lí Blasco; la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer; el director general d'Obres Públiques, Carlos Jover; el director insular del Consell, Gonzalo Aguiar, y los alcaldes de Palma y Valldemossa, Catalina Cirer y Joan Muntaner, respectivamente.

Todos los asistentes destacaron la necesidad de esta obra que se divide en dos tramos. En el primero, se ejecutará el desdoblamiento entre Camí des Reis y el acceso a la Universitat. La carretera constará de carril-bici, dos calzadas con dos carriles de 3,50 metros, arcenes exteriores e interiores y una mediana de 1,5 metros. En el segundo tramo, entre la UIB y s'Esglaieta, la obra se limitará a ampliar y acondicionar la carretera.

El proyecto prevé la creación de cuatro rotondas a nivel -Can Moreno, Son Espanyol, acceso a la UIB y acceso a Esporles-, un paso inferior para entrar al campus y tres intersecciones en Son Lledó, Escola d'Hosteleria y s'Esglaieta. Tanto desde Palma como desde Valldemossa habrá acceso directo a la UIB para no interferir en el tráfico de la carretera. Asimismo, el ParcBit tendrá un acceso independiente. No prevé, sin embargo, la conexión con el segundo cinturón de Palma, al quedar aparcado el proyecto.

Todo el trazado está consensuado con la Universitat y partidos políticos. De hecho, el proyecto es el mismo que redactó el Pacte de Progrés la legislatura pasada. Por este motivo, la consellera confió en que la obra, que tiene un presupuesto de 16 millones de euros y que está incluida en el convenio de carreteras, sea sufragada por el Ministerio de Fomento. «El proyecto ha pasado la supervisión de la Comunitat Autònoma», dijo.

Salvo un tramo de 350 metros a pocos metros de Can Moreno, se aprovechará todo el trazado de la carretera por la que transitan diariamente unos 20.000 vehículos. En total, se ocuparán 18,96 hectáreas de terrenos, por los que la administración ha pagado 6,4 millones de euros. Las expropiaciones afectan a tres edificaciones, de las que una es una vivienda habitual y las otras, casetas de aperos.