Las barcas recuperadas fueron construidas en Mallorca hace más de 50 años.

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El próximo año de 2005 marcará el punto de partida en la creación del próximo Museu de la Mar, que según el conseller de Medi Ambient, Miquel Àngel Borrás, nacerá con una proyección internacional. Para ello, el Consell de Mallorca prevé constituir una fundación con entidades públicas y privadas, con un presupuesto de 60.000 euros. Actualmente la Oficina de la Mar permite una estrecha colaboración con los clubes náuticos para preservar embarcaciones emblemáticas a través de regatas con aparejos tradicionales y otras iniciativas culturales relativas a la investigación y documentación.

La rehabilitación de ambas embarcaciones tendrá por objetivo la divulgación y recuperación de la navegación tradicional de Mallorca con vela latina. Asimismo, el nuevo convenio prevé integrar las actividades económicas en la conservación, evitar la pérdida de los valores ambientales y tradicionales y revalorizar los elementos del patrimonio natural, cultural y marítimo.

Dentro del programa de restauración de embarcaciones pertenecientes a nuestro patrimonio marítimo, el departamento de Medi Ambient i Natura del Consell de Mallorca, representado por el conseller y el director insular de Medi Ambient i Natura, Bartomeu Calafell y la Associació d'Amics del Museu Marítim, presidido por Hortensia Blanco, firmaron ayer un convenio de colaboración en el marco del programa Mallorca i la Mar. El acto quedó enmarcado en la presentación de los llaüts Port Blau y Alzina, dos de las ocho embarcaciones que serán restauradas próximamante por parte de la Escola-Taller de Mestres d'Aixa.

Ellaüt Port Blau fue construido en 1948 en el puerto de Alcúdia por el carpintero de ribera Joan Domingo (Curret) y su eslora es de 9,69 metros por 3,05 de manga y 1,30 de puntal. La otra embarcación presentada ayer fue exhibida en el pabellón de las Illes Balears en la Expo de Sevilla 1992. Se trata dellaüt Alzina fue construido en 1945 por Miquel Rosselló en Cala Rajada. Su eslora es de 8,45 metros por 2,80 de manga. Ambas podrán volver a navegar en un plazo de dos años y quedarán abiertas al público para, una vez patrocinadas, navegar con tripulaciones abiertas.

La salvaguarda del patrimonio marítimo relativo a la flota de pesca contempla la preservación de embarcaciones singulares destinadas al desguace con ayudas de la Unión Europea si se entregan con propósitos museísticos, sin que afecte a la compensación económica que cobra su propietario por la baja. En el taller del Consell de Mallorca se encuentra también a la espera de un proyecto la barca de bou, Nuevo Tomás, que constituye el eslabón entre la navegación a vela y a motor.

Gabriel Alomar
Fotos: G.A./ M.A. Cañellas