El conseller Bartomeu Vicens conversa con Miquel Nadal durante el pleno. Foto: JAUME MOREY

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Maria Antònia Munar logró sacar adelante de forma definitiva del Plan Territorial con el apoyo del PP y los votos contrarios de todos los partidos de la oposición. En el momento en que el Plan entre en vigor, tras su publicación en el Butlletí Oficial de les Illes Balears, Mallorca dispondrá de 1.500 nuevas hectáreas de crecimiento, lo que posibilitará la construcción de unas 180.000 viviendas en 10 años, en caso de que se agote todo el suelo disponible en la Isla. El texto no incluirá finalmente las Àreas de Reconversión de Son Massot y Ses Planes, en Calvià, como consecuencia de una enmienda presentada en el pleno de ayer a petición del Ajuntament de este municipio. Antes de que comenzará la sesión, miembros del PSM, del GOB y de Amics de la Terra se concentraron a las puertas del Consell y ante la plaza de Cort para mostrar su oposición al documento que ayer quedó definitivamente aprobado. Mientras abajo se concentraban los opositores al Plan, el conseller de Territori, Bartomeu Vicens, apelaba a la «responsabilidad histórica con Mallorca» de los partidos de la oposición, para que dieran su apoyo al documento.

Vicens recordó la larga tramitación del documento, iniciada en el año 1998, y aseguró que las negociaciones mantenidas en la anterior legislatura con el Pacte de Progrés y en ésta, con el PP hacen que el texto sea fruto del «mestizaje». El conseller defendió el contenido del documento, incluidas las Àreas de Reconversión, que posibilitarán, según dijo, reconvertir zonas turísticas obsoletas. Los partidos de la oposición no coincidieron en absoluto con la visión del conseller. PSOE, PSM y EU-EV pidieron la retirada del documento al considerar que no está lo suficientemente preparado, como lo demuestra la precipitada exclusión de las áreas de Son Massot y Ses Planes. El socialista Antoni Alemany criticó la falta de negociación del plan y denunció que, con el suelo vacante ya clasificado, en Mallorca podrán urbanizarse más de 5.000 nuevas hectáreas. «Para que desaparezca la proliferación de grúas, hay que hacer una revisión integral del Plan», afirmó. Alemany incluso ofreció los votos del PSOE para aprobar el Plan tal y como quedó redactado en la fase de modelo territorial. Antoni Alorda, el representación del PSM, calificó el documento de «continuista y reaccionario» y acusó a PP y UM de diseñar un modelo urbanístico propio de los años 70. Lamentó además que el texto no actúe en materia de vivienda y apueste por un modelo expansionista basado en viviendas unifamiliares y adosados. Alorda propuso convocar un referéndum para conocer la opinión de los ciudadanos.