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La base aérea de Son Sant Joan se vistió ayer con sus mejores galas para celebrar su patrona, Nuestra Señora de Loreto. El acto comenzó a las 12.30 horas, presidido por el coronel jefe de la base y del Sector Aéreo de Palma, Fernando Martínez Martínez, que pasó revista y destacó el alto nivel operativo de sus efectivos.

La celebración contó con la asistencia del presidente del Parlament de les Illes Balears Pere Rotger, el delegado del Gobierno Ramon Socias, la alcaldesa de Palma Catalina Cirer, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears Antoni Terrasa, el fiscal jefe de Balears Bartomeu Barceló, entre las autoridades civiles. Asimismo, asistieron numerosos representantes del cuerpo consular acreditado en Palma.

También estuvieron presentes el delegado de Defensa de Balears, coronel Cristóbal Sbert; el jefe del Sector Naval, capitán de navío Francisco Javier Jáuregui; el jefe de la XVII Zona de la Guardia Civil, coronel Cristóbal Santandreu; el general director del Centro Regional de Historia y Cultura Militar, general Antonio Perelló, y el jefe del cuerpo superior de Policía, inspector jefe Eduardo Pérez Estremera.

Tras pasar revista a las fuerzas participantes, tuvo lugar la ceremonia de imposición de condecoraciones y una breve alocución del coronel jefe de la base aérea, quien realizó un balance de las misiones y ejercicios en las que participó la unidad durante este año.

La festividad alcanzó su punto culminante con un desfile aéreo de varios helicópteros HD-19 y aviones Aviocar D3B pertenecientes al 801 Escuadrón de Fuerzas Aéreas, así como un desfile terrestre.

También, se realizó el tradicional y emotivo acto de homenaje a los que dieron su vida por España.

Ramon Socias y el coronel Fernando Martínez cerraron el programa con la emotiva ofrenda de flores al altar dispuesto con la imagen de la Virgen de Loreto, cuya misa se celebró en una capilla aparte, por las diferencias de culto religioso.

Finalmente, los componentes del Ejército del Aire entonaron el Himno de la Aviación. Más tarde, los invitados se desplazaron a un extremo del patio central para presenciar el desfile final de las unidades aéreas empleadas en la celebración, y a continuación, se sirvió un vino español.