En la Plaça Major se congregaron muchos niños durante todo el día.

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La jornada de fiesta de la Constitución fue aprovechada ayer por muchos mallorquines para adelantar sus compras navideñas y visitar los puestos instalados en la Plaça de Espanya y Plaça Major, donde se notó durante todo el día una gran presencia de familias acompañadas por sus hijos más pequeños. La Feria de Santo Tomás y Reyes de la Plaça d'Espanya se vio animada a partir del mediodía. Este año se ubica en el espacio que hay frente a la estatua del Rei en Jaume, prolongándose en un único lateral. Consta de unas 70 paradas encaradas que se estrenan este año, propiedad del Ajuntament. Hubieran podido ser más, pues las peticiones han sido muchas, según afirmaron varios feriantes.

Estas mismas personas señalaron que «la iniciativa del Ajuntament de unificar los puestos y organizar actividades en el triángulo de Plaça d'Espanya, Plaça de l'Olivar y Plaça Major ha sido positiva, ya que la gente pasea dando rodeos y propicia que se acerquen a realizar compras. También ha mejorado la seguridad, ya que existe un turno de vigilantes desde las nueve de la noche a las diez de la mañana». En este espacio existe una amplia oferta de complementos de vestir, artesanía, cuero y objetos de regalo, que se podrá visitar hasta el día 6 de enero próximo. También comentaron que «al hacerse con premura las paradas, se han observado pequeñas deficiencias en el sistema de ensamblaje de los toldos».

El público paseó y visitó algunas de las tiendas que abrieron en las calles Sant Miquel y Jaume II. Donde más gente se concentró fue en la Plaça Major, sobre todo por la tarde-noche, cuando los niños y sus padres pasaron un buen rato admirando los puestos de figuritas del Belén de corte clásico o mallorquín, además de otros puestos que ofrecían coloristas complementos para la instalación del árbol de Navidad.

Amalia Estabén