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JOAN C. PALOS
Los premios Primera Plana de «Diari de Balears» han querido reconocer este año, por encima de todo, el valor del compromiso social y de la calidad educativa «encarnados» en la figura del vicario general, Andreu Genovart, y del equipo de profesionales que trabaja en el colegio público Maria Antònia Salvó de Son Sardina.

El acto de entrega de los galardones tuvo lugar la noche del viernes en una cena celebrada en el Molí des Comte, con una cinquentena de invitados. El acontecimiento contó con la presencia del conseller de Cultura i Educació, Francesc Fiol; el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, y el presidente-editor del Grup Serra, Pere A. Serra, además de numeroso público en representación de la sociedad balear.

El director de «Diari de Balears», Miquel Serra, que dio la bienvenida a los asistentes, explicó que ésta es la primera vez que se conceden dos galardones en un mismo año. «En una sociedad hiperactiva y cambiante, los valores que miden el éxito social son el dinero, la fama y el poder. Pero nada de eso persigue «Diari de Balears» y, por lo tanto, nada de eso pueden distinguir sus premios, sino el trabajo y las iniciativas muy hechas en favor de nuestra lengua, nuestra cultura y nuestro patrimonio histórico, de nuestras raíces».

El conseller Fiol entregó la placa conmemorativa del premio Primera Plana a la directora de la escuela de Son Sardina, Dolors Martínez, mientras que el obispo Jesús Murgui hizo lo mismo con el vicario general, Andreu Genovart. El acto lo cerró el presidente-editor del Grup Serra, Pere A. Serra, quien agradeció a los asistentes su presencia y, al mismo tiempo, deseó larga vida a los galardones que anualmente entrega el único diario escrito en catalán en las Islas. Serra señaló que «pocos años los premios Primera Plana alcanzan la categoría de la presente edición», y destacó muy especialmente el reconocimiento de este año a la «difícil tarea» de la enseñanza primaria. Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando el obispo Jesús Murgui valoró el perfil de Andreu Genovart, -«sencillo, auténtico y verdadero»- y relató la relación de Genovart con el anterior obispo, Teodoro Úbeda, a quien demostró «un nivel altísimo de lealtad, incluso más allá de su muerte». También dedicó unas cálidas palabras a los representantes del colegio de Son Sardina.