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Con motivo del final de la restauración del monumento dedicado a Antonio Maura, realizado por Marià Benlliure y ubicado en la Plaça des Mercat, tuvo lugar ayer una ofrenda floral en dicho espacio, encabezada por la alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, el presidente del Parlament, el popular Pere Rotger, el conseller de Cultura i Educació, el popular Francesc Fiol, y la duquesa de Maura, viuda de Ramiro Pérez-Maura.

Antonio Maura nació en Palma el 2 de mayo de 1853 y estudió en Madrid la carrera de Derecho. En 1881 obtendría el acta de diputado por Mallorca, su primer cargo político. A los 39 años sería nombrado ministro de Ultramar en el Gobierno del liberal Sagasta. En 1894 se le encargaría la cartera de Gracia y Justicia, y en 1902 entraría en el Gobierno del conservador Silvela como ministro de Gobernación. En 1904 ocupó por primera vez la presidencia del Gobierno, presentando su dimisión en diciembre. Desde 1907 hasta 1909 volverá a ser presidente del Gobierno. Finalmente, volverá a ocupar la presidencia por unos pocos meses en 1918 y 1919. Desde 1913 y hasta su muerte -ocurrida el 13 de diciembre de 1925-, será el director de la Academia de la Lengua.

Asistieron también al acto distintos concejales y concejalas del equipo de gobierno municipal. La restauración ha sido posible gracias a la colaboración de la Associació de Veïns de Sant Jaume, el Rotary Club Almudaina y el Consistorio palmesano.

Cirer recordó ayer que Maura «es un referente político» para los habitantes de las Islas y se congratuló de la mejora que ha tenido lugar en el espacio que tiene reservado en la Plaça des Mercat.

Rotger recordó ayer la figura del político isleño en la presentación del libro «Historia del monumento a Don Antonio Maura. Recuperación de la obra de Mariano Benlliure», realizada en la Real Academia Mallorquina de Estudios Genealógicos e Históricos.