El Gobierno central ha gastado hasta la fecha 36 millones de euros en obras viarias en las Islas.

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JUAN MESTRE/NEKANE DOMBLÀS
La rescisión del convenio de carreteras anunciada por la ministra de Fomento, Magdalena Àlvarez, deja en el aire inversiones en Balears por valor de 330 millones de euros, según los datos facilitados ayer por la consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer. Hasta la fecha, de los 366 millones que el Gobierno debía invertir en las Islas, sólo se han pagado obras por valor de 36 millones de euros. La decisión del Ministerio de Fomento desató ayer una gran tormenta política y una gran indignación en el Govern. Sin embargo, Matas utilizó su tono más conciliador y anunció su intención de alcanzar un acuerdo con todas las fuerzas políticas, y especialmente con los socialistas, con el fin de «reconducir por todos los medios el recorte de inversiones estatales en Balears».

Desde el punto de vista técnico y jurídico, la consellera d'Obres Públiques ofreció una rueda de prensa en la que defendió la legalidad de las actuaciones del Govern, que están avaladas por sendos informes jurídicos de los servicios técnicos de la Conselleria y de la Abogacía de la Comunitat Autònoma. Además, Cabrer señaló que, en la renegociación del convenio firmada en 2004 por la Conselleria y el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, se incluye de forma explícita una encomienda de gestión de todas las obras incluidas en el convenio, excepto la variante de Ferreries, en Menorca.

La consellera se mostró tan segura de que las actuaciones del Govern han sido legales que anunció que el Govern balear llevará al Gobierno central a los tribunales si se confirma el anuncio realizado por la ministra. Mientras tanto, el Govern continuará con las obras ya iniciadas por medio de endeudamiento sobre la base del convenio. «Estamos tranquilos», afirmó Mabel Cabrer.

«Tenemos potestad para licitar las obras y o la ministra no conoce el acuerdo firmado en su día con Benigno Blanco o no le da validez», dijo Cabrer, quien añadió que los problemas internos que puedan existir en el ministerio «no pueden afectar a otras instituciones».

«No somos ni tan pardillos ni tan tontos como para que los ciudadanos de Balears no sepan que tenemos las cosas perfectamente claras», añadió la consellera. Cabrer no quiso hacer valoraciones políticas de la decisión de la ministra, pero sí se mostró convencida de que el dinero que dejará de ingresar Balears se gastará en otras comunidades autónomas. En esta misma línea se había pronunciado la diputada del PP María Salom, quien sostiene que el dinero de las carreteras de Balears se invertirán en Catalunya y Andalucía.

Tras la decisión irrevocable del Ministerio de Fomento de dar por roto el convenio de carreteras, Matas planteó la necesidad de que este asunto «se pueda despolitizar para evitar que no se castigue a una comunidad autónoma gobernada por otro partido político diferente al estatal».

El presidente del Govern resaltó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a respetar y cumplir los acuerdos entre las dos administraciones. En cualquier caso, Matas recalcó que «el Govern hará todas las infraestructuras previstas». De hecho, el Ejecutivo ya utiliza algunas fórmulas de financiación para pagar carreteras en Eivissa. En este mismo sentido, y durante la cena del Fomento de Turismo, Matas asumió que «las noticias para el turismo balear no son buenas» desde el momento que el Gobierno ha anunciado que dejará en suspenso la financiación de importantes obras. Matas prometió que «las infraestructuras se harán de un modo u otro». «Daremos respuesta a la demanda de infraestructuras», prometió.