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Un Plan Territorial fruto del «mestizaje». Con estas palabras definió ayer el conseller de Territori del Consell de Mallorca, Bartomeu Vicens, el documento definitivo del Plan, que ayer fue entregado oficialmente en las oficinas del Consell. Tras casi seis años de elaboración, el Plan Territorial vivió ayer su puesto de largo con la presentación oficial realizada por la presidenta de la institución, Maria Antònia Munar, el vicepresident, Miquel Nadal, y el conseller de Territori, Bartomeu Vicens. «Por fin», dijo la presidenta del Consell de Mallorca nada más comenzar la rueda de prensa. Aseguró que el de ayer era un día muy importante para todos los mallorquines, que a partir del mes que viene tendrán en vigor «una auténtica constitución territorial». La presidenta agradeció la labor que ha realizado el departamento de Territori, encabezado por Vicens, pero también quiso reconocer el trabajo hecho por su antecesores en el cargo, Rafael de Lacy y Josep Melià.

La presidenta recordó la historia del Plan Territorial, que comenzó a tramitarse con el Pacte de Progrés, y terminará siendo aprobado gracias al acuerdo PP-UM. «Esto significa que es un Plan centrado, que no contenta a nadie», señaló. Maria Antònia Munar consideró que ese es un dato positivo, como lo demuestra el hecho de que los promotores lo consideren exagerado y los ecologistas, insuficiente. Debido a esta circunstancia, Munar se mostró convencida de que el Plan gustará a la mayoría de los ciudadanos de Mallorca «porque se ha escuchado a muchos sectores de la sociedad». Además del «centrismo» del documento, la presidenta recalcó que el Plan dotará de seguridad jurídica a las actuaciones urbanísticas y territoriales de la Isla. «La gente sabrá en qué podrá invertir y dónde y se evitará que, en cada momento, haya protestas, que pueden dar rendimiento a los partidos del 'no', pero que lo único que consiguen es crear incertidumbre», añadió Maria Antònia Munar.

El resumen que hizo la presidenta sobre el contenido del documento fue que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos, permitirá conseguir vivienda a precios razonables, dará seguridad jurídica y permitirá que se siga creando riqueza en Mallorca. «No se puede proteger y a la vez pedir más suelo para construir», contestó la presidenta a las críticas que el Plan ha suscitado tanto entre los sectores ecologistas como empresariales. El conseller de Territori, Bartomeu Vicens, contestó por su parte a los ecologistas que muchas de las urbanizaciones que ellos aseguran que quedarán autorizadas con el documento, en realidad han quedado desclasificadas o protegidas. El conseller citó los casos del Secar de la Real, de la Marina de Magaluf, del hotel Rocamar o del hotel don Pedro. «Pediría a todos los sectores que se miren bien el Plan y que después opinen», dijo. El conseller de Territorio defendió la validez del contenido del Plan y admitió que, aunque no hará milagros, sí será un documento muy útil para todos los ciudadanos de Mallorca durante los próximos 10 años. A partir de esa fecha, señaló, será preciso acometer una revisión para ajustar, por ejemplo, las previsiones de crecimiento de la población.