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Los trabajadores de la sanidad privada de Balears iniciaron ayer una huelga de cuatro horas, dos por la mañana y dos por la tarde, como medida de presión para conseguir que se desbloqueé el convenio colectivo que está negociando el sector. La Federación de Sanitat del sindicato Comisiones Obreras denunció ayer la actitud de la patronal ante esta medida, y afirmó que varios empresarios intentaron impedir que se llevaran a cabo las concentraciones de trabajadores.

A pesar de que, en general, la jornada de protesta discurrió sin grandes problemas, el incidente más grave se produjo en la Policlínica Miramar. La policía acudió al centro, tanto por la mañana como por la tarde. Los trabajadores realizaron una sentada por la mañana en el hall del hospital. Desde la dirección del centro se solicitó a los empleados que abandonaran esta zona y se trasladaran a otro lugar, ya que estaban impidiendo el paso de las personas que acudían al hospital. Luis Moreno, del sindicato CC OO y representante del Comité de Empresa, señaló que los trabajadores habían dejado un pasillo libre para que las personas que acudían al centro pudieran pasar sin dificultad. Por la tarde, esta protesta se trasladó a la cafetería, pero también se les ordenó que abandonaran esta zona. Tanto por la mañana como por la tarde los policías hicieron acto de presencia en la clínica y se les ordenó a los trabajadores que abandonaran el lugar que estaban ocupando. Moreno afirmó que fue la dirección de la clínica la que llamó a la policía y que ello ocasionó momentos de mucha tensión entre los trabajadores y los agentes.

Este paro no se secundó en todas las clínicas privadas de Balears. Rafel Nicolau, portavoz de la Patronal, explicó que en sólo en cuatro de las doce clínicas privadas de Balears se secundó la huelga, y que fue precisamente en la Policlínica Miramar donde hubo una mayor incidencia.

Poco apoyo
Según los datos que tenía el portavoz, en conjunto, sólo el seis por ciento de la plantilla apoyó ayer esta medida, si bien no descarta que el número de trabajadores que iniciará la huelga puede ser mayor en los próximos días. Nicolau explicó que el «deseo y la obligación» de la patronal es retomar la negociación con los representantes sindicales del sector. Sin embargo, consideró que las posturas que mantienen ambas partes en estos momentos están muy alejadas, por lo que creía que es difícil que se retome la negociación.