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El hotel Barceló Pueblo Park, de la Platja de Palma, ha funcionado a pleno rendimiento durante toda la temporada turística sin contar con las preceptivas licencias municipales de instalación y funcionamiento, así como sin tener aprobado el Plan de Seguridad necesario para poder abrir al público.

En teoría, la Conselleria de Turisme del Govern balear es la responsable de autorizar la recepción de clientes, pero eso no puede suceder sin que el Consistorio haya dado su visto bueno a las modificaciones realizadas en las instalaciones en una obra mayor.

La obtención de los permisos es imprescindible a raíz de la reforma integral y de los incrementos de volumen que ha experimentado el complejo, considerado «emblema» de la cadena hotelera mallorquina Barceló, desde que el pasado otoño le fue otorgada la licencia de obras. A pesar del hecho de haber recibido a turistas durante toda la temporada, el hotel Pueblo ni siquiera ha pedido el certificado de final de obra.

El establecimiento tiene capacidad para más de 600 plazas. Es frecuentado por el turismo familiar extranjero. El Grupo Barceló informó que había hecho una inversión de 18 millones de euros para renovar esta instalación construida en 1966.

En lo que concierne al Plan de Seguridad, que incluye aspectos tan importantes como las rutas de evacuación en casos de emergencia o las medidas contra incendios, los representantes del establecimiento presentaron en el Ajuntament de Palma un primer proyecto el mes de enero de este año que fue informado negativamente por los técnicos municipales dos meses después.

Con posterioridad, a finales del mes de marzo, la empresa presentó una nueva propuesta de plan de emergencias que fue informado con inconvenientes por el departamento de Urbanismo de Cort al no contar éste con la autorización expresa del nuevo proyecto por parte de la Conselleria de Turisme, órgano competente en la materia.

La situación del hotel es irregular, ya que sus propietarios ni siquiera se han dirigido a Cort para pedir las licencias de actividad. Esta circunstancia hace que el complejo sólo tenga autorizadas las instalaciones originales, y de las cuales tras la reforma no queda casi nada.

El Grupo Barceló, y en su nombre Sebastià Barceló Oliver, ha modificado todas las zonas nobles de su establecimiento, ha hecho cambios sustanciales en las zonas de los apartamentos, ha creado nuevas infraestructuras como la enorme piscina central y el bar anexo, y también ha remodelado casi de manera íntegra las áreas comunes. A pesar de estos cambios, a efectos legales, el Hotel Pueblo continúa en obras, cosa que topa de manera frontal con su apertura normalizada al público.

En principio, las zonas afectadas por los trabajos precisan recibir el certificado de final de obra, que no posee el Hotel Barceló Pueblo Park, ya que este documento certifica que las tareas realizadas se ajustan al cien por cien al proyecto de reforma que el Consistorio autorizó.

El establecimiento ha sido completamente remodelado, e incluso se ha creado un nuevo lobby que cambia la ubicación de la entrada principal. Históricamente, ésta se encontraba en la calle Missió de San Diego, mientras que en la actualidad es accesible por Fra Joan Llabrés. El Grupo Barceló tampoco ha pedido el final de obra parcial que necesitaría para poder atender a los clientes en la recepción.