La manifestación fue muy lenta y transcurrió por las Avenidas de Palma. Foto: J.M.

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La manifestación protagonizada ayer por los trabajadores del sector de la seguridad privada paralizó el tráfico en las principales calles de Palma, y provocó un gran colapso circulatorio. El grupo de vigilantes, compuesto por unas cien personas, inició la marcha de protesta en las Avenidas y fue caminando hasta la plaza del Tubo. La comitiva cubría toda la calle e impedía el paso de los vehículos. Ello ocasionó retenciones kilométricas en las vías principales que acceden a Palma. Esta situación se prolongó durante más de una hora y media. Los vigilantes de seguridad se manifestaron para pedir una mejora de las condiciones salariales y el desbloqueo de la negociación del convenio con la patronal. Pedro Roig, de UGT, señaló que los empresarios están ofreciendo peores condiciones de las que ya disfrutan, por lo que considera que estas propuestas no se pueden aceptar. Los representantes sindicales pretenden que el próximo mes de noviembre los vigilantes de seguridad no realicen horas extras. Si ello se cumple algunos servicios se pueden quedar sin vigilancia o que los bancos y cajas no podrán disponer de dinero efectivo por falta de personal para el transporte blindado.