Representantes de entidades cívicas y partidos políticos se
concentraron ayer frente al Consolat de la Mar para reivindicar que
el tren siga llegando a la Plaça d'Espanya de Palma durante las
obras de soterramiento de las vías y no se interrumpa el servicio
durante dos años en Son Fuster, tal como ha previsto el Govern,
para sustituirlo mediante autocares.
Estas entidades anunciaron, bajo el lema «Sí al tren, sí al
parc», movilizaciones, recogidas de firmas y una rueda de
entrevistas con responsables políticos, incluidos el president del
Govern, Jaume Matas, y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, para
exigirles que el tren siga llegando al centro de Palma mientras
duren las obras de soterramiento.
Guillem Ramis, de la Associació d'Usuaris del Tren, lamentó que
«el proyecto se haya puesto en marcha sin debate previo ni
consenso. No se ha respondido a nuestras alegaciones. El Govern ha
tomado la decisión sin el apoyo de nadie más. También estamos en
contra de que la calle Jacint Verdaguer se convierta en otra vía
urbana llena de coches. El proyecto en su conjunto no responde a
las necesidades de los usuarios del tren ni a las de los vecinos
afectados».
Por su parte, Miquel Àngel March, del GOB, explicó que se están
estudiando medidas legales.
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