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PEDRO PRIETO/JULIÀN AGUIRRE
ENVIADOS ESPECIALES A BRUSELAS

Bernat Joan i Marí, Teresa Riera Madurell y Antonio López-Istúriz White. Tres europarlamentarios por Balears. Esquerra Republicana, PSOE y PP. Tres formas de trabajar, y tres opiniones distintas.

López-Istúriz está trabajando en tres informes, de los que dos cree que son «muy importantes para las Islas: convenios de Atenas sobre transporte marítimo de pasajeros y equipajes, indemnizaciones, seguridad marítima, responsabilidad de los transportistas, etc., y respecto a las licencias de patrones de embarcaciones, en cuanto a la homogeneización que está teniendo lugar en Europa y que pondrá fin a la expedición de títulos ilegales por parte de terceros».

Istúriz es, pese a su juventud, un experto en temas de Europa. Ahora que está dentro del Parlamento Europeo, le preguntamos qué consideración le tiene Europa a España tras el cambio de gobierno en nuestro país, a lo que responde: «Si bien hasta hace poco teníamos una presencia y una fuerza en las instituciones europeas que beneficiaba a los intereses, no sólo de las Islas, sino de la nación, ahora estamos viendo que se está dando cierto pasotismo de parte de ciertos países y de delegaciones respecto a las peticiones españolas, cosa que antes, ya digo, no sucedía. En nuestro caso no es porque estemos en la oposición; creo que los socialistas cuando estuvieron en ella, en los últimos ocho años, disfrutaron de muchas ventajas gracias a que éramos un gobierno fuerte, por tanto con peso en la opinión, no de un partido, sino del Gobierno de España dentro de las instituciones. Ahora observo con bastante preocupación que estamos perdiendo la línea de combate por una serie de intereses que nuestro país merece, y en concreto las Islas».

«En el tema de las subvenciones voy a estar muy vigilante; no quiero que se renuncie a un solo euro a los que España tiene derecho. Y en lo que respecta a la ampliación europea ha de ser para nosotros una oportunidad, no un desafío», aclara.

Abordando el tema de la defensa del catalán en el Parlamento Europeo, Istúriz es partidario, y también lo es gente catalanoparlante de su delegación, como Vidal-Quadras, de una negociación seria, sin aspavientos, «ya que ésta no es la Europa de 'Crónicas Marcianas', sino que es la Europa de la construcción, en la que se ha de pedir la opinión a 25 países y hacer las negociaciones con seguridad, ya que un voto de un solo país puede tumbar todo el asunto. En cuanto al catalán, como decía La Vanguardia, no hagamos el ridículo. Con el episodio protagonizado semanas atrás por Bernat Joan hemos perdido cinco años de esta legislatura, ya que el Parlamento está orientado con una mentalidad sencilla, al estilo nórdico, que no acepta 'shows'».

«Por eso, me temo que a partir de ahora, fruto de lo que ocurrió aquel día, no va a ser fácil que se abran a iniciativas presentadas por diputados de Balears, ya que cuando oigan Islas Baleares entenderán problemas», añade.

Para Bernat Joan i Marí, puede que entre los temas en que está trabajando, el de la Educación sea el que le preocupa más. «Sobre todo que nuestra Universidad se pueda adaptar bien al proceso de Bolonia, y pueda confluir en lo que serán las titulaciones europeas a partir de 2010. Por otra parte, estoy estudiando todo lo que hace referencia a facilitar y mejorar el intercambio entre estudiantes a través de diversos programas, por ejemplo, Erasmus, Leonardo, etc, sin olvidar que debemos conseguir que todos los elementos funcionen para mejorar la calidad educativa. También estoy estudiando cómo se lleva a cabo en otros países la integración cultural sociolingüística y educativa de estudiantes en distintos puntos de Europa, lo cual se hace por medio de un observatorio llamado Euridice, que podría aplicarse al sistema educativo de la Islas para que se pudiera preparar mejor con el fin de afrontar los retos que tendrá en el futuro».

Anécdota
Bernat Joan protagonizó semanas atrás un episodio en el Parlamento Europeo, cuando se expresó en alemán y el presidente, considerando que hablaba en catalán, le retiró el uso de la palabra. «Fue gracioso. Hay una minoría de diputados que no podemos utilizar nuestra lengua en el Parlamento europeo, y de esta minoría, la mayoría somos los catalanoparlantes. O sea, que en gran parte es un problema de la lengua catalana. En una de mis primeras intervenciones quise poner de manifiesto que ER no puede dar el sí a la Constitución europea siempre que no se considere al catalán lingüística y culturalmente. Hice media intervención en catalán que traduje al inglés. Como Borrell pensó que haría una nueva intervención, también en catalán, se levantó y se fue advirtiéndoselo al que queda de presidente, el vicepresidente portugués, Antonio Costa: Pienso que le debió de decir: «el que va a hablar lo hará en catalán, así que corte, porque el catalán no es lengua oficial del Parlamento Europeo». Tenía previsto hacer toda la intervención en alemán, como así hice, diciendo: «Haciendo caso al señor Borrell, no utilizaré el catalán, sino una lengua oficial de la Unión Europea». Como el vicepresidente Barroso no se había puesto los cascos para escuchar la traducción, al sentir la palabra catalá y entender que aquello no era castellano, me cortó sin más, lo cual enfadó a todos los eurodiputados alemanes. A raíz de este incidente pude contactar con los alemanes, a quienes pude explicar cuál es nuestra situación a nivel cultural».

Bernat Joan confiesa que en el Parlamento Europeo habla en catalán, inglés, un poco alemán, «y español cada vez que me dirijo a diputados y asistentes de habla española».

Desarrollo
Desde Bruselas, Teresa Riera mira hacia Balears a través de diversas comisiones, entre otras las de Industria, Energía e Investigación. «Para nuestros investigadores la perspectiva de Europa es fundamental, sobre todo para el desarrollo de las Islas en el futuro. También estoy en el tema del desarrollo de las pymes, puesto que casi todo el tejido industrial en las Islas está en ellas, por lo tanto son fundamentales. En cuanto a la energía, ésta también es fundamental para las Baleares. En ese campo, desde aquí trataremos el tema del gasoducto, buscaremos financiación para las redes energéticas, etc.»

También a Teresa Riera le preguntamos cómo se contempla España desde Bruselas. «Es evidente que en los últimos años se había producido un distanciamiento de Europa. Han sido años que por diversos motivos, sobre todo por la posición del Gobierno español en determinados temas, entre otros la guerra de Irak, nos han distanciado de las posiciones europeas. Por tanto, ahora, el cambio de Gobierno español se ha visto con muy buenos ojos aquí, lo cual es muy importante, no sólo para nosotros sino para Europa», explica la eurodiputada.

Sobre la polémica del catalán, Riera considera que «es importante que las leguas oficiales de un estado lo sean también en la Comunidad Europea. Pero esto se tiene que conseguir a través de unas vías muy claras en esta casa. Quien venga aquí buscando la confrontación se equivoca. Europa nada tiene que ver con el Congreso ni con el Parlament. Aquí, el mejor diputado no es el que se enfrenta más a la oposición, sino el que consigue más acuerdos. Aquí, la oposición, dicho sea entre comillas, es el gobierno en Europa, y nosotros estamos para conseguir de él cosas para nuestros países y nuestras regiones. Repito, siempre con el máximo consenso, para lo cual el mejor camino es la negociación. Por tanto, como la lengua no es problema político, sino más bien técnico, se puede resolver. 20 lenguas son difíciles de manejar y una más acrecienta esa dificultad, pero como no viene de una, se puede solucionar, desde luego no con la forma que adoptan algunos, los que buscan enfrentamientos o notoriedad. Esos se equivocan».