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Los jueces de familia de Palma sólo otorgan a los padres que deciden romper su matrimonio la custodia compartida de sus hijos, cuando se demuestra que existe una muy buena relación entre los progenitores. La letrada Regina Vallés, especialista en conflictos familiares, y que preside la comisión que analiza estas cuestiones en el Colegio de Abogados de Palma, señaló que la custodia compartida es una figura que ya se contempla en la ley, por lo que aclaró que no supondrá ninguna novedad en la reforma sobre el procedimiento del divorcio que va a aprobar el Gobierno.

Vallés, pese a que todavía no conocía el contenido de la nueva ley, y por tanto prefería no hacer una valoración de la misma, quiso aclarar que la custodia compartida «será una posibilidad y no una obligación». La letrada consideró lógico que los jueces de familia no sean muy partidarios, hasta ahora, de otorgar estas medida sobre los menores. «El juez entiende que es muy difícil otorgar la custodia compartida cuando los padres son incapaces de entenderse y tienen que acudir a un abogado para establecer la separación».

La especialista en asuntos judiciales de familia consideró que la medida idónea que debería adoptarse cuando una pareja con hijos decide separarse, es que los niños se queden en el domicilio familiar y que sean los padres los que, cada cierto tiempo, se cambien de casa. Sin embargo, aunque es una decisión que a veces se ha tomado, los casos son mínimos porque, según Vallés, «debe existir una buena relación entre los padres y casi nunca existe cuando hay una separación por enmedio».

Por otro lado, la letrada se mostró a favor de que desaparezca el paso previo de la separación judicial para obtener el divorcio. Vallés explicó que así «la pareja se ahorrará un pleito», y por tanto supondrá un menor coste económico para los afectados. En estos momentos un pleito por separación puede rondar entre los 900 a 1.200 euros, dependiendo del letrado que se contrate.