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Una vez más, y según marca la tradición, ayer se representó en Santa Ponça la llegada a Mallorca del Rei En Jaume I acompañado de los cristianos para derrotar a los moros y así reconquistar Mallorca. Lo cierto es que fue una representación espectacular tanto por parte de los cristianos como por parte de los moros que pusieron un gran entusiasmo e intención para hacer realidad este pasaje de la historia. Pero lo más sorprendente de todo fue ver la ilusión que ponían; como si aquello se tratase de una batalla real, cuerpo a cuerpo, sin saber quién podría ser el vencedor.

Tampoco faltó durante toda la tarde el buen humor en toda esta escenificación. Los cristianos se retrasaron este año aproximadamente 40 minutos y mientras los moros los esperaban cantaban con mucha fuerza todos juntos y muy unidos: «Este año la historia va a cambiar», «cristianos iros a vuestras casas» o «no nos moveréis», todas estas frases se repitieron en toda la espera que tuvieron que hacer. El desembarco fue impresionante: 299 cristianos bajaron del barco al ritmo del compás de los tambores y lucieron sus hermosos trajes perfectamente adaptados a la época. Al mismo tiempo, todos a una chillaban: «Iros a vuestra casa».

Y así entre grito y grito se desarrolló la llegada de los cristianos que fueron saliendo del barco organizados por cortes y perfectamente diferenciados, las unas de las otras, por la vestimenta que llevaban. Las cortes que se nombraron fueron las siguientes: «La Corte de San Bernardo», «La Corte Alemany», «La Corte Nenyo Sans», «La Corte Colla Mirá», «La Corte Empuries», «La Corte Guillem Crinilla» y por último, «La Corte Guillermo de Moncada».

Marieta Pineda