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El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, denunció ayer que el Ministerio de Medio Ambiente pretende aplazar la construcción de dos de las cuatro desaladoras de agua de mar previstas para Balears (concretamente las de Andratx y Ciutadella) para dar prioridad, mediante la firma de un convenio de encomienda de gestión con el Govern, a las de Alcúdia y Santa Eulària.

Font argumentó que, durante este verano, el Ministerio se ha dirigido a la Conselleria para presentarle esta propuesta de prioridad, entendiendo que el propio Govern se la habría sugerido. La encomienda de gestión significaría que la Conselleria se encargaría de la dirección de obras y de la tramitación de expropiaciones y ejecución de obras. En principio, el Gobierno central debe obtener de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea el 85 por ciento de la inversión global prevista para las cuatro desaladoras, casi 200 millones de euros, repartidos de la siguiente manera: 62 millones de euros para la de Alcúdia (con una capacidad de producción de 14.000 metros cúbicos diarios), 52 millones para la de Andratx (14.000 metros cúbicos diarios), 43 millones para la de Santa Eulària (10.000 metros cúbicos diarios) y 41 millones para la de Ciutadella (10.000 metros cúbicos diarios). El 15 por ciento restante de toda esta inversión lo aportaría el propio Ministerio.

Font rechazó la posibilidad de «la encomienda de gestión» para ejecutar las desaladoras de Alcúdia y Santa Eulàlia y dejar para más adelante las de Andratx y Ciutadella. Según el conseller, «el Ministerio adjudicó las cuatro desaladoras y no tiene sentido que unas se adelanten a otras. El Gobierno central tendrá toda nuestra colaboración, pero su propuesta no responde al compromiso adquirido cuando adjudicó estas infraestructuras».