Los numerosos participantes ofrendaron sus ramos de flores de clavelina amarilla y grana que aportó el Ajuntament de Palma a los «vestidors», y muchos cestos de frutas variadas.

TW
0

Con cierto retraso se inició el acto de ofrenda floral a la patrona de Palma, la Mare de Déu de la Salut, y ello fue debido a una lesión sufrida por el jefe del grupo de geganters. Desde la calle Oms partió el desfile encabezado por miembros de la Sección Montada de la Policía Local, gigantes y la Escola Municipal de Xeremiers. A continuación los miembros de la corporación local, presididos por la alcaldesa, Catalina Cirer, realizaron epaseíllo por Oms y Sant Miquel hasta la iglesia de Sant Miquel, donde esperaba mucho público.

Esta vez sí. La buena coordinación de la Policía Local propició que no se formaran «tapones» de gente mezclada con participantes frente al templo y por ello el desfile resultó fluido y vistoso, aunque algo desangelado por la falta del animoso elemento musical. Cientos de fieles pertenecientes a centros culturales, vecinales y de mayores y cofradías de penitentes ofrendaron flores, centros y canastas de fruta a la patrona.

Entre las novedades de este año destacó la presencia de la Asociación de Àguedas Castellano Leonesas de Mallorca, que aportó banda juvenil, y los residentes de La Bonanova. Muy notable fue la participación de cofrades de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Palma y la de la cofradía San Mauricio, que aportaron sendos centros florales. No faltaron las Casas Regionales de Valencia, Aragón, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Murcia y la Casa Catalana, precedidas por miembros de la Federación de Casas Regionales. Acabada la ofrenda, la alcaldesa y la concejala María José Frau ofrendaron flores y frutas a la Virgen. Catalina Cirer leyó una plegaria y luego se entonó la Salve.

Amalia Estabén