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La oposición en Cort pidió ayer la dimisión «inmediata» del presidente de Emaya, el popular Antoni Nadal, «por haber mentido al juez, a la oposición, a los medios y a los ciudadanos». La portavoz adjunta del PSOE, Virginia Abraham; el portavoz de EU-EV, Eberhard Grosske; y el portavoz del PSM-EN, Pere Muñoz, coincidieron en afirmar que la situación de Nadal era «cada vez más insostenible», en especial tras haberse publicado ayer que su ex mujer, Dolores Mir, presentó en diciembre de 2003 una denuncia en la que afirmaba que ella y su hija mayor sufrían entonces «maltrato psicológico» por parte de Nadal, por lo que que habrían sido atendidas en el Institut de la Dona.

Cabe recordar que la ex mujer del presidente de Emaya presentó en marzo de 1992 una denuncia contra él por presuntos «malos tratos», denuncia que retiró poco después. En esa fecha, Nadal fue detenido durante una noche tras la denuncia, si bien el edil defiende que la detención habría sido irregular. Nadal negó el lunes pasado de forma «tajante», y lo reiteró ayer, haber infligido malos tratos a su ex mujer.

Para la oposición, la mejor manera de demostrar que las afirmaciones de Nadal son ciertas sería que él pidiese a la Delegación del Gobierno toda la documentación existente sobre dichos hechos. «Mantendremos la presunción de inocencia hasta el final, pero también exigimos saber toda la verdad hasta el final», dijo Grosske.

Los tres portavoces pidieron la dimisión de Nadal por una reciente sentencia que le considera «autor directo de una falta de coacciones» por haber dejado sin suministro de agua a una inquilina suya «sin que hubiera razón aparente para ello». Dicha sentencia no es firme y ha sido recurrida. Sin embargo, Grosske indicó que «como Nadal mintió cuando dijo que no sabía que estuviera viviendo alguien en su piso y como aún no ha devuelto el suministro de agua, debe dimitir ya».