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NEKANE DOMBLAS
El portavoz del PP en el Consell de Mallorca, Fernando Rubio, acusó ayer a los representantes del PSM de «estar detrás» de la presentación de más de 200 alegaciones falsas en contra del nuevo Plan de Carreteras. Rubio, que defendía una moción presentada por los populares en contra de estas prácticas, llegó a señalar que existe una «mafia» que se encarga de realizar «manipulaciones que se no daban ni en los primeros momentos de la etapa soviética». El dirigente popular recordó que el Govern también recibió unas 2.000 alegaciones falsas contra varios proyectos de carreteras, por lo que ha decidido pedir a Fiscalía que abra una investigación al respecto. Para Rubio, las falsificaciones de firmas son un delito que está penado con hasta nueve años de cárcel. Ante la gravedad de esta situación, anunció además que su grupo estudio la posibilidad de pedir que el Consell cree una comisión de investigación para descubrir quiénes son los responsables.

El portavoz del PSM en la institución insular, Antoni Alorda, negó las acusaciones vertidas por el PP y señaló que también el PSM que se aclare la presentación de estas falsas alegaciones. La respuesta del PSM fue tan contundente como las acusaciones del PP en su contra, hasta el punto de que Alorda aseguró que los populares están empleando técnicas de propaganda propias de Goebbels, destacado dirigente nazi, para desacreditar las movilizaciones ciudadanas en contra de los proyectos de nuevas autopistas.

Alorda calificó la propuesta presentada por el PP de «vergonzosa» y añadió que destila un «profundo trasfondo antidemocrático» en contra de la participación ciudadana en la vida política. «Esta moción no pretende rechazar las falsificaciones, sino desacreditar a los miles de mallorquines que presentaron alegaciones y que se manifestaron en contra de las autopistas. Alorda llegó a proponer al PP que convoque un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien sobre las autopistas. La moción de condena presentada por el PP fue aprobada con los votos a favor del PP y de UM. Los partidos de la oposición votaron en contra después de que la mayoría rechazara una moción alternativa presentada por los nacionalistas, en la que también se condenaba la presentación de alegaciones falsas.