J. García, R. Borrás, A. Copete y G. Díez, presentando ayer la propuesta sindical para mejorar la hostelería. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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Los sindicatos UGT y CCOO anunciaron ayer el inicio de movilizaciones en el sector de la hostelería balear a partir de finales de septiembre, en el caso de que no se alcance un acuerdo pactado con el Govern y patronal en la reconversión hotelera y en la política de desestacionalización que se tiene que llevar a cabo para romper la estacionalidad, según anunciaron ayer los secretarios generales de las federaciones de hostelería de UGT y CCOO, Antonio Copete y Rafael Borrás, respectivamente. Ambos sindicatos afirman que el sector hostelero está pasando una «crisis profunda», que va a tener su máxima expresión este invierno, «porque van a cerrar más hoteles que nunca». Tanto Copete como Borrás supeditan la convocatoria de las movilizaciones a un potencial acuerdo en la Mesa de Diálogo Social. «Cuando la hostelería tiene problemas, los tienen el resto de sectores. Y lo que no podemos tolerar es que haya empresarios que quieran hacer el pelotazo del siglo convirtiéndose en agentes inmobiliarios y enriquecerse con la reconversión de hoteles en viviendas. Si sobran plazas hoteleras está claro que hay ponerse de acuerdo y no actuar de forma partidista», afirmó Copete.

El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), Josep Oliver, valoró ayer de forma negativa la estrategia sindical, al mismo tiempo que mostró su sorpresa. Oliver, tras la firma del convenio de colaboración con el Govern para impulsar la inserción laboral, señaló: «Las centrales sindicales no tienen que generar alarmas sociales innecesarias en la industria turística. El anuncio de movilizaciones es una sorpresa, sobre todo en este momento, cuando pasado mañana (miércoles) tenemos una reunión para seguir tratando temas sobre turismo». La CAEB, según su presidente, respeta la decisión empresarial en materia de reconversión, aunque matizó que «es un tema muy delicado, sobre el que no debe frivolizarse».

Ambas centrales cifran en 50.000 plazas el exceso de oferta en el sector hotelero balear que, según sus cálculos, con su reconversión podrían quedarse en la calle entre 8.000 y 10.000 trabajadores. «Sería la mayor reconversión de la historia laboral en nuestro país, mucho más que la naval, y los trabajadores se irían a la calle por la cara, mientras que los empresarios harán el pelotazo del siglo con la anuencia del Govern y del Consell Insular de Mallorca con el Plan Territorial Insular», apuntaron los sindicalistas. Borrás explicó que ya es hora de hablar claro y de actuar con la máxima responsabilidad. No iremos a la esta Mesa de tertulia, a filosofar o hacernos la foto. Hay que poner freno a la estacionalidad y no estamos a favor de hacer una reconversión salvaje que vele sólo por los intereses de los empresarios». Y añadió que la operación de reconversión está propiciando la creación de «una gran agencia de la propiedad inmobiliaria, que afectará tanto a los trabajadores como al modelo social de Mallorca. Está agencia será como una gran API denominada M&M (Munar&Matas). Si hay una reconversión, ésta debe ser pactada y velando por los intereses de los trabajadores. Si esto no sucede así, las movilizaciones irán endureciéndose y se llegará hasta donde tengamos que llegar. Parece como si nadie se diera cuenta de la situación que vivimos y que no podemos vivir en Balears trabajando sólo seis meses. Esto no lo aguantará la economía de las Islas».