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Pollença es el único municipio de Mallorca que conserva la ancestral tradición del «ball de les àguiles», que se repite año tras año el día del Corpus. La localidad celebró ayer esta fiesta. Se desconoce el origen de esta tradición que antaño se celebraba también en municipios como Sant Joan, Felanitx o Palma, pero que se fue perdiendo con el paso del tiempo.

«Les àguiles», Natàlia Pineda y Maria Cifre en esta ocasión, acompañaron a San Juan Bautista, Joan Seguí este año, en procesión por las principales calles del pueblo, mientras los vecinos y familiares les lanzaban pétalos de flores. «Les àguiles», que comienzan el baile en la iglesia, durante la misa, ejecutan a lo largo del recorrido varios bailes que concluyen pasa en la plaza del Ajuntament.

El ancestral «ball de les àguiles» se repite en distintos ámbitos de la cultura catalana y aún hoy «Les àguiles» de la localidad catalana de Vich ejecutan la misma danza que las de Pollença, aunque, según los expertos, hay un hecho que diferencia a «Les àguiles» de Pollença del resto, y es que danzan con la cara al descubierto. Los protagonistas de esta tradición antiquísima son elegidos por votación año tras año en el municipio. La única condición: haber cumplido los catorce años. Destaca, además de sus vestimentas, la gran cantidad de oro que portan, especialmente en la corona, que cubren por completo con joyas prestadas.

E. Ballestero