La imagen del Cristo de los Navegantes, en la explanada de Sant Magí. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAl

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Los vecinos del arrabal de Santa Catalina vivieron con especial devoción los actos del 75 aniversario de la cofradía de penitentes Cristo de los Navegantes. No era para menos. La venerada imagen llevaba cerca de cuarenta años sin salir en procesión en la fecha de Pentecostés, y por ello llenaron el templo de Sant Magí para asistir a la misa solemne.

Estuvo presidida por el vicario general, Andreu Genovart, junto al rector de la parroquia, Llorenç Sastre, y el consiliario Sebastián Oliver, entre otros sacerdotes. Entre las autoridades asistentes estuvieron la concejala Catalina Terrasa; el director insular de Relacions Institucionals del CIM, Josep Lliteres; el presidente de la Cofradía de Pescadores de Palma, Pep Bonnín Forteza, y el presidente de la Asociación de Cofradías de Penitentes, Tomás Darder, acompañados por el presidente de la cofradía anfitriona, José Luis Picó.

Acabada la misa abrió la procesión la banda de La Salle, seguida de fieles y estandartes. La «Marcha Real», interpretada por la banda La Salud, de Santa Catalina, y el repique de campanas saludaron a la imagen cuando salió del templo en posición inclinada, recibiendo muchos aplausos del público al izarla. Detrás acompañaron los cofrades portando en su totalidad las medallas, el clero, autoridades y banda de música. Al llegar a es Jonquet la imagen fue girada en el número 21 de la Plaça Vapor, domicilio de una joven de 35 años que se encontraba muy enferma, saliendo al balcón su madre, para cumplimentar tan emotivo gesto.

Amalia Estabén