Un ciudadano mirá con prismáticos el halo solar. Foto: M. A. CAÑELLAS

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Numerosos ciudadanos se vieron sorprendidos ayer por un fenómeno curioso, pero «corriente», según el Centre Meteorològic Territorial de Balears. Se trata de un halo solar, fenómeno óptico en forma de anillo perfecto que rodea al sol y que se produce por la reflexión de su luz sobre los cristales de hielo de las nubes, lo que puede dar lugar a la formación de colores. El halo solar sólo se forma en presencia de cirrostratos, nubes que pueden encontrarse a una altura que oscila entre 3.500 y 12.000 metros. Los cirrostratos son aquellas nubes que tienen la apariencia de un velo, siendo difícil distinguir detalles de estructura, presentando ocasionalmente un estriado largo y ancho. Sus bordes tienen límites definidos y regulares, y suelen preludiar la llegada del mal tiempo por tormentas o frentes cálidos.

Agustí Jansà, director del Centre Meteorològic, explicó ayer que «los cirrostratos son nubes muy altas que casi no se ven y pueden durar bastante. Aunque sea llamativo, la verdad es que el halo es un fenómeno muy corriente. Es tan normal que ni siquiera anotamos su frecuencia. Lo que pasa es que miramos poco al cielo». En el punto de observación, la incidencia directa del rayo solar forma un ángulo de 22 grados con cada uno de los puntos del anillo.

Por las mismas causas se produce el halo lunar, que hace sólo unos meses también pudo verse en Mallorca. Obviamente, resulta más fácil de contemplar que el solar y es más llamativo porque se forma un enorme anillo blanco y luminoso alrededor de la luna sobre la oscuridad del cielo nocturno.