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La escritora y periodista Maria de la Pau Janer entrevistó ayer al presidente del Grup Serra, Pere A. Serra, para el programa «Perfils mediterranis», emitido por Canal 4. La entrevista también podrá verse el próximo sábado, día 22, a las 22.40, en el mismo canal. «A partir de la compra, en los setenta, del 51% del periódico Ultima Hora, los periodistas me miraron de otra manera. Antes era un compañero, y desde entonces soy un competidor», aseguró. Reconoció «ser un hombre polémico» y luego matizó «más que polémicas he suscitado envidias. Pero como dijo Cela, lo importante es ser envidiado, no ser envidioso». «No soy consciente de que tengo poder», añadió.

En la interviú -realizada con extrema cordialidad- manifestó que «hoy en día el cuarto poder ya no es el cuarto poder. Antiguamente, si acusabas a alguien -con pruebas- de una estafa, de una venta de poder, de un mal hecho, en 24 horas esa persona ya estaba fuera de su cargo. Actualmente una persona puede decir o hacer cualquier cosa y sigue manteniéndose donde estaba, hasta que el Constitucional o el Supremo dictan sentencia al respecto». El presidente del Grup Serra repasó algunos aspectos destacados de su vida. «Provengo de una familia de médicos. Pero yo me decanté hacia la escritura y el periodismo. Mi abuelo, que era un médico que no hacía visitas y una persona muy estricta, me dijo: 'En mi vida sólo he conocido a un periodista, y siempre que lo veía llevaba los zapatos agujereados'. Más tarde pensé en dedicarme a la escritura y a los negocios al mismo tiempo».

Contó cómo en 1947 realizó su primer artículo para el periódico «Baleares». «El director, Antoni Colom, me dijo que era un cabeza de merluza por escribir que la Verge de Lluc había recibido montañas de rosas y flores. ¿O es que acaso la rosa no es una flor?». También se refirió a los antecedentes del «Majorca Daily Bulletin». «Fue un gran éxito, pero previamente ya había propuesto hacer unas páginas sólo en inglés en el 'Baleares'. Después, se hizo el 'Majorca Times'». Sobre el rotativo «Diari de Balears», aseguró que «haberlo convertido al catalán ha sido uno de mis errores. Una cosa son los intelectuales y otra el pueblo. El 'Diari de Balears' sólo tiene sentido si se enseña a los niños a leer en catalán».