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Los huevos de avestruz son ya por naturaleza grandes, pero hace dos días, en la finca Artestruz de Campos, fue puesto el huevo más grande del mundo, con 2,371 kilos. Hasta ahora, el «Libro Guinness de los Récords» recogía que el huevo de ave más grande del mundo fue encontrado en China el mes de junio de 1997, con un peso de 2,350 kilos. Con 21 gramos más, el huevo de la avestruz Simba de Campos es, por ahora, el más grande del mundo. Por este motivo, Uri Loffler y Josephine Desirée, los criadores de Artestruz, iniciarán los trámites necesarios para poder acceder al libro de los récords, «pero esto cuesta dinero y necesitamos un sponsor», explicaban ayer.

Uri, natural de Israel, y Josephine, holandesa, son un matrimonio que durante catorce años tuvieron su granja de avestruces en Sudáfrica. Ahora hace seis años que se trasladaron a Mallorca, a su finca de la carretera entre Cap Blanc y ses Salines en el kilómetro 40. Allí poseen unas cincuenta avestruces y se dedican a realizar trabajos artesanales con las cáscaras de los huevos, con las plumas y también con la piel de los animales. Con las cáscaras vacías perfectamente limpias hacen lámparas y relojes, así como auténticas avarques menorquinas de piel de avestruz.

Uri explicaba que un huevo normal de sus animales pesa «entre un kilo y medio o un kilo seiscientos gramos, pero éste es mucho más grande». Un huevo de características normales equivale a 24 huevos de gallina. Con el gran huevo de Simba, a buen seguro podrían comer muchos comensales. Ayer, la madre del nuevo récord mundial se paseaba totalmente ajena a su protagonismo por la finca Artestruz. Josephine la observaba desde las vallas y explicaba que «cuando nacen estos animales necesitan que les den cariño, quieren estar acompañados porque de lo contrario pueden morir de pena». Los criadores de Artestruz confiesan sentirse muy satisfechos cada vez que alguien «se acerca a su finca para visitarnos y conocer la artesanía que realizamos. De hecho la comercializamos a pequeña escala a distintas tiendas de todo el territorio español».

M. Puigròs