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La Conselleria de Salut i Consum firmó ayer un acuerdo con las clínicas privadas de Balears que disponen servicio de maternidad que permitirá aplicar un programa de detección precoz de la sordera a todos los recién nacidos de las Islas.

«Este programa ya se realiza en las sanidad pública desde el año pasado, pero, a raíz de este convenio, el cien por cien de los niños serán sometidos a este control. Se trata de comprobar si existe algún problema, descartar la enfermedad o tomar las medidas adecuadas para corregirla con la mayor celeridad. Si se observa una posible sordera congénita, se continuará con el proceso diagnóstico, que se establecerá antes de los tres meses. Finalmente, antes de los seis meses de edad, los centros sanitarios deberán haber realizado las primeras intervenciones dirigidas a paliar las consecuencias de este problema», afirma Aina Castillo, consellera de Salut i Consum.

Un máximo de tres niños por cada mil nacimientos están afectados por problemas de sordera, lo que presenta una media de entre 15 y 20 niños al año, del total de más de 10.300 nacimientos registrados, a modo de ejemplo, durante 2003.

El convenio firmado ayer contempla la aplicación de un programa de detección precoz que se llevará a cabo durante los tres primeros días de vida de los niños nacidos en Balears.

Los representantes de los centros que asistieron a la firma fueron Fernando Rotger, por la Clínica Rotger; Francesc Marí y Bernat Montserrat, por Palmamplanas; Antonio Serra, por la Policlínica Miramar; Fernando Cubero, de la Virgen de Gracia (Maó); José Antonio Santandreu, de la Clínica Menorca (Ciutadella), y Francisco Javier Vilas, de Nuestra Señora del Rosario (Eivissa).