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Un total de 257 pequeños comercios de Palma están cerrados y otro centenar han colgado el cartel de «se traspasa» como consecuencia de la crisis que atraviesa el sector derivada del estancamiento del consumo registrado en Balears durante los dos últimos años, así como por la inaccesibilidad al centro de Palma consecuencia de las medidas de movilidad impulsadas desde el Ajuntament de Palma, según informan las patronales del sector Afedeco y Pimeco. Las patronales indican que el proceso de destrucción del tejido comercial de Ciutat ha sido largo, ya que sólo 170 de los más de 250 establecimientos cerrados han abandonado su actividad en el último año y medio, según datos de Afedeco. En todo caso, Pimeco y la Fundació Ibi-Comerç estiman que la zona centro de Palma, principalmente desde Avenidas hacia el mar, cuenta con unos 3.000 comercios por lo que los establecimientos cerrados supondrían más del 11 por ciento del total de la planta de la zona.

El gerente de Pimeco, Àngel Pujol, afirmó que la crisis del pequeño comercio responde en primer lugar a un problema estructural que afecta al conjunto del archipiélago como es el estancamiento del consumo, agravado a su juicio por la inaccesibilidad en coche a algunas zonas del centro de la ciudad como consecuencia del plan de movilidad que impulsa el Ajuntament de Palma, con medidas como el establecimiento de pilones o la peatonización de algunas calles. A esta situación hay que añadir un problema de incomunicación con la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, que hasta el momento no ha recibido a las juntas directivas de las dos patronales del sector, las cuales se quejan de que el Ajuntament no tenga en cuenta sus propuestas en materia de dinamización y promoción comercial o la revisión de algunos puntos del plan de movilidad en aspectos concretos como por ejemplo la redistribución de algunas paradas de los autobuses de la Empresa Municipal de Transports de Palma (EMT), entre otros.

En este sentido, tanto el gerente de Pimeco, Àngel Pujol, como el presidente de Afedeco, Pau Bellinfante, coinciden en afirmar que el equipo de Catalina Cirer «está gobernando la ciudad de espaldas al pequeño comercio». Pau Bellinfante indica que de continuar la tendencia de destrucción de empresas en el sector, la estructura comercial de Ciutat quedará reducida a las tres o cuatro «arterias principales» como son las calles de Jaume III, Sant Miquel, Sindicat y Colom, y añadió que esta situación está generalizando el desánimo en el seno del sector. Entre las zonas más afectadas por el cierre de establecimientos el presidente de Afedeco citó calles históricas como Argenteria, la zona de la Plaça de la Mercè, calle Velázquez y otras zonas que quedan fuera de las avenidas como Blanquerna. Pujol añadió también la zona de la ciudad antigua y el Banc de s'Oli.