Oskar Martínez demostró en Madrid sus habilidades con los fogones; eso sí, siempre con la inestimable ayuda de su joven ayudante, Francisco Arbona.

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No pudo ser. Oskar Martínez, que figuraba como favorito, obtuvo el cuarto puesto en el IX Campeonato de España de cocineros, que finalizó ayer en el recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid en el XVIII Salón Internacional del Gourmet. El ganador final del campeonato fue Mario Sandoval, representante de la Comunidad de Madrid.

Si hay algo que caracteriza a este joven cocinero es la templanza, requisito fundamental a la hora de participar en un concurso gastronómico. «Al principio había nervios y fue un poco calvario, pero cuando vimos salir nuestras bandejas, todo se transformó en satisfacción», dijo Oskar, que estuvo auxiliado en todo momento por su joven ayudante, Francisco Arbona, un mallorquín de 21 años. En todo caso, una pega colectiva de todos los participantes, y es que las mesas eran muy estrechas y un poco bajas, lo que dificultaba el trabajo en el fogón. Oskar recomienda a todos los cocineros esta experiencia, porque «conoces a gente, te lo pasas bien y por supuesto trabas más de una amistad». Oskar estuvo acompañado en todo momento por su novia, Teresa, sus padres, Vicenta y Fabián, y muchísimos amigos, como Tolo Trías, compañero y socio del Xoriguer, Javier, Juan Jaime, José Luis, Tomeu, Ogui y Javier, entre otros. Por supuesto no faltaron los abrazos y felicitaciones de Koldo Royo y Juan Juan Romero, el jefe de cocina de la Escola d'Hotelería de les Illes Balears, quien le dijo muy entusiasmado que «Baleares ha dado la talla». Oskar aseguraba tras su participación que estaba plenamente satisfecho y que durante una temporada incorporará los platos que le ha tocado presentar en el concurso en el menú de degustación. Todo un lujo difícil de resistir.

El primer plato del mallorquín consistió en un filete de lenguado envuelto en gioconda de arroz inflado con crema de arròs brut. Para acompañarlo, tres posibilidades de guarnición. La primera, una terrina de hinojo, calamar y calabaza; la segunda, tomates rellenos de almendras y callos de bacalao, y la tercera, gambas de Sóller marinadas con patitas crujientes. En cuanto a la carne, realizó un lomo de ternera marinada en sal de ibiscus con tres guarniciones. La primera de patatas rellenas de sobrasada de Mallorca con crujiente de pan de miel; ravioli de lengua con alcaparras y, por último, una terrina de alcachofas con falso caviar de butifarrón.

Olga Quintanilla