El president Jaume Matas acudió ayer a Bruselas para participar en el Comité de las Regiones.

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Esta declaración fue consensuada por regiones insulares de España, Grecia, Francia, Italia, Portugal, Suecia, Reino Unido, Finlandia, Dinamarca, Malta y Estonia, así como por los delegados de los gobiernos regionales de Córcega y de islas de Escocia, que participan en la Asociación como observadores. Ayer fue remitida al Comité de las Regiones, que se reunía en Bruselas, para que, a su vez, realice los trámites necesarios para que ésta reivindicación sea tenida en cuenta. En el parlamento realizado durante su toma de posesión como presidente de la Asociación Islas, el president del Govern, Jaume Matas, quiso hacer especial hincapié en las carencias y desequilibrios que sufren los territorios configurados en islas o archipiélagos. Destacó que, en la declaración que se remitirá al Comité de las Regiones, hay una referencia expresa a la necesidad de que el futuro Tratado Constitucional «refuerce la cohesión económica, social y territorial».

Matas recalcó que esto sólo será posible «si se tienen en cuenta los condicionantes estructurales permanentemente ligados a la insularidad, de modo que se asegure el acceso equitativo a los servicios de interés general y unas condiciones óptimas de competitividad de las Islas con respecto al continente». Jaume Matas reclamó, por tanto, que la Unió Europea promueva mecanismos para que los territorios insulares sean compensados por los problemas estructurales que origina su situación geográfica. En su afán por aglutinar en una sola las reivindicaciones de los territorios insulares, el president recalcó que todas las islas comparten una serie de problemas, que además se ven agravados en el caso de las regiones ultraperiféricas, como sucede con el archipiélago canario. Para el president Matas, la característica común de las regiones agrupadas en la asociación, obliga a pedir la «colaboración más entusiasta» para trabajar en la defensa de una política regional «más justa».

Matas reconoció que era una satisfacción asumir la presidencia de la asociación y afirmó tajante que el futuro inmediato depara nuevos retos y desafíos «que exigirán nuestra atención y una dedicación mayor para que las regiones insulares puedan encarar su porvenir en mejor condiciones y en igualdad de condiciones con las regiones del territorio continental». El presidente alabó la decisión de crear esta Asociación Islas en el seno del Comité de las Regiones y señaló que, cuatro años después de su creación, la finalidad que animó a la puesta en marcha del grupo sigue estando muy presente. En su intervención, el president hizo además un breve recorrido por las grandes decisiones políticas que se han tomado hasta la fecha en favor del reconocimiento insular pero manifestó que, pese a los logros conseguidos, es imprescindible seguir trabajando en ello.