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Unos 500 penitentes de cinco cofradías -Nuestra Señora de la Soledad, Santo Tomás de Aquino, Cristo de la Agonía, Cruz de la Calatrava y Santa Mónica- participaron anoche en la processó del Camí de Getsemaní, que salió desde tres parroquias distintas (Sagrat Cor, l'Esglèsia de Pio X y l'Esglèsia Ntra Sra. de la Soledat) para converger en la Plaça Tinent Coronel Franco.

Esta fue la primera ocasión en que varias cofradías realizaron un itinerario distinto del tradicional, en el centro de Palma, para reunirse después, y hacer juntos la procesión durante cuatro calles más, hasta finalizar, cerca de las 22.00 horas, en la Parròquia de Sant Josep Obrer.

El objetivo era llevar la Semana Santa a las barriadas de Palma (Pere Garau, Reis Catòlics, Aragó, Hostalets, entre otras).

Los cofrades de la cofradía de Santa Mónica, fundada en 1997 y que salió del Sagrat Cor, vistieron capa, faja y zapatos de color negro, vesta y capirote de color ocre.

Por primera vez, les acompañó una banda de tambores integrada por 10 chicos y chicas que empezaron como monaguillos.

Los integrantes de la cofradía Nuestra Señora de la Soledat, fundada en 1957, lucieron túnica, capa y cinturón de color blanco, y capirote de color negro.

Los cofrades del Crist de l'Agonia, fundada en 1924, desfilaron con capa, faja y capirote de color granate y túnica blanca; los de la Cruz de Calatrava (la más antigua ya que fue creada en 1902) lucieron capa y capirote negros, túnica blanca y los de Santo Tomás de Aquino, túnica blanca, cinturón y capa negros.

Mucha gente joven participó en la procesión, y el mayor de todos fue un cofrade de 63 años.

Pese a que esta fue la primera ocasión en que la processó del Camí de Getsamaní unía barriadas diferentes de Palma, cientos de personas apostadas en sitios estratégicos la siguieron con interés. El ritual congregó a fieles de todas las edades y la cofradía de Santa Mónica aportó su paso «Cristo del Amparo».