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La segunda fase del aparcamiento de Vía Roma está, como quien dice, en su recta final, lo cual muchos de los ciudadanos palmesanos, incluso los que a diario pasan por su lado, ignoran, entre otras cosas porque una tela de color verde impide ver lo que se está haciendo algunos metros más abajo. ¿Que qué está ocurriendo ahí? Pues miren, acabadas las excavaciones, con ruidos y molestias incluidas, se está concluyendo la colocación de la denominada losa de cimentación. Eso, unido a la actividad febril que hay, da a entender que la ejecución de la obra va por el buen camino y que terminará dentro del plazo previsto, octubre del presente año a más tardar.
Días atrás descendimos hasta las entrañas del aparcamiento, desde donde se contempla una curiosa postal abajo -o mejor, dos, pues depende desde dónde se mire- de la zona de los viejos institutos de Palma, Ramon Llull y Joan Alcover, cuyos alumnos habrán tragado polvo y ruido por un tubo en los últimos meses, pero, ya decimos, todo eso ha terminado ya. Ahora, como mucho, se tendrá que soportar algún que otro ruidito producto de la actividad que tiene lugar a escasos metros de las aulas. Pero nada más.

Sin problemas ni sobresaltos
Entramos en lo más profundo de lo que será la segunda fase del citado aparcamiento a través de la tercera planta de la primera fase (donde aparcan los residentes propietarios de un aparcamiento), separada de aquélla por un simple tabique, que una vez que sea derribado dejará unidas ambas como si se hubieran construido de un tirón. Mientras, para entrar en esta última fase, no queda más remedio que hacerlo a través de una puerta ubicada en dicho tabique, o bien por la rampa que arranca desde la parte de atrás del instituto Joan Alcover, que se nos antoja que ha sido construida más para tránsito de camiones que de personas. Como había llovido, y el suelo de ésta estaba algo resbaladizo, optamos por la primera forma de entrar, observando que los cuatro aparcamientos más próximos al tabique estaban desocupados. «Y lo están porque se han vendido precisamente por eso -nos dijo Javier Vázquez, gerente de la Societat Municipal d'Aparcaments de Palma-, para evitar molestias a quienes aparcaran ahí, sobre todo cuando tiremos el tabique, lo que posiblemente originará polvo durante unos días que nosotros trataremos de mitigar colocando una cortina».

A diferencia de la primera fase, en la que se encontraron restos de la muralla, que entre el periodo de su seguimiento arqueológico y la modificación del proyecto a fin de que quedara integrada dentro del aparcamiento, hizo que la obra se retrasara algunos meses, en ésta no ha habido problemas, lo que hace que no tenga por qué haber ninguna demora en cuanto a su ejecución. «Sólo nos encontramos con una pequeña pega, y es que durante la excavación, en los alrededores del Joan Alcover, dimos con tierra blanda o de relleno, lo que nos obligó a tener que colocar tres hileras de anclajes en vez de las dos que lleva el muro de enfrente. Pero aparte de éste, no ha habido más problemas». Ustedes se preguntarán, ¿y el resto de la estructura, es decir, lo que vaya por encima de la losa se cimentación que se está haciendo in situ a base de hormigón y hierro, cómo o de qué será? De material prefabricado, lo que hace que de ahora en adelante, si no hay imponderables, se haga de un tirón, sin parar, pues por lo que vimos, se cuenta con medios materiales y humanos más que suficientes para que así sea. Ni que decir tiene que esta segunda fase se traducirá en incremetar en 425 las plazas de que consta la primera (110 vendidas por 50 años a residentes, a 30.000 euros plaza), que son 324 (de las cuales irán para residentes 150, a precio todavía por decidir). ¿Que si era necesaria? Por supuesto que sí, ya que cada plaza de la primera fase suele estar ocupada por tres o cuatro coches al día. En cuanto a cómo poder entrar en esta segunda fase para aparcar el coche, sepan que se podrá hacer de tres formas distintas: por la entrada que existe ahora en Vía Roma, a través del túnel que se abrirá en Avenidas y por otra entrada que estará en la parte de atrás de los institutos.
Y en lo que respecta a cómo quedará la superficie de esta segunda fase, direnos que el suelo será de piedra caliza, como el que hay en Vía Roma, y que sobre él se instalarán la escultura de El Tubo y la pareja de Pere Pavía, además de árboles, bancos para sentarse y zonas ajardinadas, por lo que el lugar poco tendrá que ver con lo que había sido antes.

Suma y sigue
Paralelamente, la Societat Municipal d'Aparcaments de Palma sigue su camino en otros escenarios, construyendo nuevos aparcamientos. Poco más o menos en las mismas fechas que está previsto que finalice esta segunda fase a la que nos estamos refiriendo, octubre de 2004, acabarán las obras del aparcamiento ubicado entre carrer de Manacor y Manuel Azaña. A todo esto, en Antoni Maura (frente a s'Hort del Rei) se está llevando a cabo la excavación arqueológica previa, preceptiva en cualquier obra de estas características en el casco antiguo de Palma, «y a nada que el Consell de Mallorca nos dé permiso -señala Javier Vázquez-, comenzar con las obras del aparcamiento, cuya ejecución, desde el momento que iniciemos, es de dos años». Por último, en el mes de octubre proximo está previsto que arranquen las obras del situado en Marqués de la Cenia, éste, al no tener excavación arqueológica previa, con una ejecución de entre 12 y 14 meses.

Pedro Prieto