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El número de proyectos visados por los ingenieros industriales en Balears el pasado ejercicio descendió en un 6,52% con respecto a 2002, hecho que pone de manifiesto la caída general del volumen de la actividad económica en las Islas. El Colegio de Ingenieros Industriales confirmó ese dato ayer, poco después de la presentación oficial de la nueva tarjeta digital del colegiado y firma digital en documento y en visados a través de Internet, en un acto celebrado en la sede colegial presidido por el decano, Salvador Fonollá. El colegio tiene registrados a unos 486 ingenieros en Balears, y todos ellos, «tienen trabajo», según explicó un portavoz de esa entidad. Ello confirma un «nivel cero» de paro en esa profesión debido a la gran demanda y el escaso número de ingenieros industriales.

El volumen de actividad entre ese colectivo, sin embargo, «está repuntando», dijo el portavoz, en consonancia con la mejoría de los datos relativos al crecimiento económico de las Islas en los primeros meses de este año. Con respecto a la nueva tarjeta digital del colegiado y la firma digital en documentos y en visados a través de Internet, Fonollá explicó que la iniciativa, de la cual Balears es pionera en ponerla en marcha en el seno de los colegios profesionales, ha sido concebida para permitir el acceso a diferentes servicios por medio de la incorporación de «chip» y banda magnética. Para ello, la identificación personal y profesional por medio de certificados digitales será un requisito básico para acceder a los servicios en la red.

Algunos de los casos del uso de la firma electrónica entre colegio y colegiado son el visado electrónico, la firma digital de ficheros y formularios, la asesoría jurídica, fiscal, laboral y contable, la secretaría virtual y la petición y envío de certificados y envío de documentación «on line», entre otros. Los ingenieros industriales, por su parte, podrán obtener el visado telemático del colegio para sus proyectos, y más adelante, conseguir licencias de la Administración, contratar pólizas de responsabilidad civil, acceder a información sobre concursos y licitaciones públicas y obtener certificaciones colegiales de obras y actividades, todo ello desde Internet. El requisito de equivalencia entre la firma manuscrita y la electrónica es que la primera sea producida por un dispositivo de creación de firma basada en un certificado reconocido.