¡Que viene Fátima Miranda!

La primera vez que tuve noticias de ella fue hace unas semanas, a través de un programa de Antena 3 que comencé a ver por curiosidad y terminé pasmado por lo que contó y cantó esta mujer a lo largo de media hora. Luego me habló mucho de ella Tolo Pomar, que es quien ha apostado muy fuerte para traerla a Palma.

Porque lo de Fátima no es sólo cantar, que canta divinamente. No. Su espectáculo es doble: escuchas sus canciones y ves cómo las interpreta moviéndose sobre un escenario al que empequeñece o, como dirían los técnicos en la materia: lo de Fátima es puro arte sonado, o arte de los sonidos. O mezcla de espectáculo visual, musical y escénico.

O lo que es lo mismo, saber combinar lo estético con lo conceptual, algo que hacerlo al mismo tiempo es un reto sólo para los que más saben, para los mejor dotados. Como Fátima, cuya voz, a capella en numerosas ocasiones, nos trasladará a escenarios y ambientes con distintas matizaciones de su prodigiosa voz, que harán soñar al espectador. Pero mejor, disfruten del espectáculo. No permitan que se lo cuenten.