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PEDRO PRIETO

Los militares españoles en Kosovo trabajan full time. Es decir, no tienen horario concreto. Desde que se levantan hasta que se acuestan están a plena disponibilidad. Sin embargo, al poco tiempo libre que les queda procuran sacarle partido. ¿Cómo? Depende. Los hay que dedican parte de él al ejercicio físico, ya sea practicando footing, ya sea ejercitándose en el gimnasio -buen gimnasio dicho sea de paso- de la Base España. Los hay también que prefieren la lectura, o la televisión, o la charla con compañeros, o disputar una partida de billar, o navegar por Internet. O seguir trabajando. Porque todo es cuestión de gustos.

Pero supongamos que no pasa nada, que se llega al fin de semana con los deberes hechos y la lección aprendida, y que encima uno no tiene servicio. ¿Qué se puede hacer a parte de lo apuntado más arriba? Pues miren, en Base España hay programadas varias actividades en grupo. Los viernes, después de la cena, en la sala multiusos, se monta un bingo con todas las de la ley, es decir, con cartones, bombo, pantalla y una voz de mujer que a través de un ordenador canta los números. Con una particularidad. Que la mesa no se queda ninguna parte proporcional. La más grande va a parar al ganador del bingo, la intermedia a quien consigue cantar línea y el resto, el 30 por 100, a labor humanitaria. Por lo visto el último bingo es el más gordo.

Los viernes por la noche, la citada sala multiusos se transforma en discoteca. No se sirve alcohol, pues está prohibido en la Base; bueno, sí, hay alcohol: el que lleva la cerveza, tmbién hay coca cola, fanta, lemon y orange. ¿Bailas? Casi siempre suelto. Rara vez hay agarradito, por tanto no existe eso que se denomina derecho a roce. Pero tampoco pasa nada, eh. El anterior sábado -anteanoche- se estrenó en la discoteca el cabo primero Velázquez, del regimiento Palma 47, conductor de autobús en Kosovo. Me refiero a que es quien maneja el bus de la base. Pese a que es joven, en el Ejército es todo un veterano.