Matas intervino durante algo más de 55 minutos en el Parlament. En la foto, el ex president Antich escucha la intervención de su sucesor. Foto: JAUME MOREY

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El president del Govern asumió que él llegó al poder «con una ventaja que no tenían hace cuatro años». La mayoría absoluta le ha permitido gobernar mientras la «capacidad pactista y negociadora» dePacte tuvo un precio: «la falta de un tiempo precioso». En cambio, Matas subrayó que cuando él entró en el Govern el resultado de las urnas le ha permitido ponerse en marcha al día siguiente de la toma de posesión. «Hoy podemos, en esta Cámara, poder debatir sobre un estado de autonomía que, en menos de cien días, no es el estado de autonomía que recibimos, sino un estado de autonomía que ha cambiado en muchos aspectos y que ha puesto los pilares del cambio; no es que seamos más listos que ustedes: sencillamente, nuestro punto de partida ha sido distinto», planteó.

El president del Govern explicó que lo que más le preocupó al llegar al poder no era que viniesen menos turistas o que el frenazo experimentado en el sector de la construcción. «Lo que a mí me inquietaba era que los termómetros periódicos que medían el grado de optimismo empresarial y de esperanza en el futuro nos indicaban, reiteradamente, que los empresarios de Balears habían pasado de ser los más optimistas a los más pesimistas», expuso. Al respecto, Matas recalcó: «un empresario deprimido y sin confianza en el futuro es una catástrofe para la sociedad». Por este motivo, según Matas, el primer objetivo de su Govern era «de orden moral». «Debía romperse el círculo vicioso de la depresión, debía recuperarse la confianza y había devolver la ilusión a la sociedad», opinó el jefe del gabinete autonómico. Según Matas, uno de los objetivos principales de su Govern era recuperar el diálogo perdido en la anterior etapa, especialmente con los hoteleros. Matas criticó a los que hablan de «sumisión a los hoteleros» y sentenció: «nadie manda totalmente en una sociedad, ni de hecho ni de derecho, ni tan sólo el president de la Comunitat y su Govern».

En este sentido, Matas insistió en que su Govern ha recuperado la ilusión y que, en menos de 100 días, el diálogo se ha recuperado de «manera espectacular». «Hemos recuperado, en una palabra, estos espacios de interrelación y, a la vez, el diálogo con la sociedad. Era el primer paso -apuntó Matas- para enfrentarnos a una depresión colectiva. Pienso que, en estos cien días, el cambio ha sido radical». Durante su intervención, y al hilo de la recuperación de la ilusión colectiva, Matas criticó las posturas radicales, especialmente en temas medioambientales, que se produjeron en Balears durante el mandato dePacte. Y en ese punto Matas se mostró muy crítico con el anterior Govern. «El principio medioambiental lo ha presidido todo de manera casi asfixiante. Lo presidido y, nunca mejor dicho, lo depreda todo: trabajo, economía, vivienda, seguridad viaria, accidentes, comunicaciones, energía, agua, turismo, derechos de propiedad, todo», criticó el president. Según Matas, la postura radical del anterior Govern provocó una «insensibilidad social» que las urnas deslegitimaron de manera «contundente». Matas añadió que su gobierno ha pretendido huir de los planteamientos maniqueos del tipo «ecologismo radical». «Se puede disfrutar viendo saltar un ferreret...si se tiene trabajo o si se puede adquirir una vivienda para vivir. Lo contrario es un cruel sarcasmo», ironizó.