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Nuestro compañero Gabriel Alomar, que este verano ha dado la vuelta a Mallorca en 80 playas, destacaba el pasado 2 de septiembre el «sabor romántico» y el carácter profusamente arbolado que aún conserva, hoy en día, la playa de Peguera, a la que considera «una de las más bellas terrazas de pinos frente al mar». Alomar, sensible a la destrucción de nuestro entorno natural y diletante amante de lo estético, ha podido comprobar cómo las playas de nuestra isla han sufrido la invasiòn del cemento en detrimento de su belleza natural, pero considera que las playas de Palmira, Torà y La Romana «forman el área de Peguera con una concepción algo más respetuosa con el entorno». Por su parte, Planas Montanyà nos ofrece una Imagen de Ayer de la misma zona enmarcada por los pinos que, desde la carretera, llegan hasta el mar. Ya hace más de 30 años, cuando P.M. tomó esta estampa, el lugar contaba con sombrillas, tumbonas, duchas y velomares pero había más embarcaciones de madera y 'llaüts' creados por nuestros «mestres d'aixa» que, al reclamo del anzuelo, no eran zarandeados, como ahora lo son, por los surfs y las motos acuáticas que no respetan los 200m de lejanía de la zona de baño, salpicando un mar ya no tan límpido como antaño ni poseedor de aquella antigua riqueza en la flora y la fauna de ese mundo silencioso en el que vivió por siempre Alfonsina, como dice la canción, «rodeada de fosforescentes caballos de mar», hoy casi exterminados por culpa, en parte, de aquellos dueños de «souvenirs» que los vendieron como objeto «made in Spain».

Eugenia Planas