Emaya está llevando a cabo la revisión de las 22 fuentes públicas de Palma

Debido a que la función inicial de estas fuentes, que era proporcionar agua de mejor calidad que la del grifo, ya ha sido resuelta, y dado que no pertenecen al patrimonio histórico de la ciudad, Emaya ha decidido cortar momentáneamente el agua para llevar a cabo una revisión en profundidad de las mismas. El corte se realizó entre el 26 de agosto y el 4 de septiembre.

«El hecho de que se haya procedido a su cierre no implica que estas fuentes no vuelvan a funcionar en un futuro próximo», señaló. En dichas revisiones se analizarán, entre otros puntos, el actual estado de limpieza de las fuentes, las posibles consecuencias higiénicas y la situación de los desagües, alcantarillas y aliviaderos situados en los alrededores o en el interior de las mismas. Cabe recordar que a principios de los años noventa, y como consecuencia de la mala calidad del agua potable, se acordó, entre otras medidas, instalar dichas fuentes para que los residentes pudiesen disponer en diferentes plazas y calles de agua de calidad. A través de unos aljibes, Emaya llenaba periódicamente estos depósitos y los ciudadanos que lo deseaban podían obtener agua para beber u otros menesteres.