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Un estudio del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) revela un acentuado avance de la intrusión marina en los acuíferos costeros de Mallorca, lo que se traduce en unos elevados niveles de salinidad que multiplican hasta por 24 el límite máximo de potabilidad en cloruros, establecido en 250 miligramos por litro. En definitiva, la salinización del agua supera los límites de potabilidad en toda la costa de Mallorca.

Con excepción de los acuíferos de Deià, Sóller, Puig Roig y Formentor, los acuíferos costeros de la Isla presentan salinizaciones altísimas. En los cuatro unidades hidrogeológicas mencionadas, todas ellas en Tramuntana, las escasas extracciones frente a la recarga por lluvias y la baja densidad de población hacen que apenas tengan problemas de intrusión salvo casos puntuales en las bahías habitadas de Sóller y Pollença. Sin embargo, en el acuífero de Almadraba, también en Tramuntana, se detectan concentraciones de cloruros superiores a los 1.400 miligramos por litro hasta 5 kilómetros hacia el interior de la línea de costa.

Una situación peor es la de los acuíferos que rodean la Badia de Palma. En Andratx se registran algunos niveles «normales» de 500 miligramos por litros, pero en otros se alcanzan los 4.000 (entre Port d'Andratx y s'Arracó, zona de bombeos intensivos), cuando en los años 70 apenas se superaban los 100. Entre Calvià y es Capdellà, las concentraciones de ión cloruro se sitúan entre los 600 y más de mil miligramos por litro. En es Capdellà, el nivel piezométrico de los pozos se sitúa en algunos sectores en cotas inferiores a los 25 metros por debajo del mar. Sólo en los últimos 15 años, el norte del acuífero ha sufrido un incremento medio de 3.000 miligramos de cloruros por litro. En na Burguesa, se registran concentraciones estable de 600 miligramos por litro, pero en el área de bombeos de abastecimiento a Palma se superan los 6.000.