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La mañana de ayer se presentaba incierta. Ante un amanecer que no prometía el sol de los últimos días, muchos turistas decidieron dejar el traje de baño en los hoteles y abandonar las playas para darse cita en el centro de la ciudad. El corazón de Palma presentaba unas calles abarrotadas de turistas, como si de una solemne peregrinación de Semana Santa se tratara. Germanos, franceses, británicos, suecos... se congregaron en Ciutat para realizar unas compras y visitar algunas de las maravillas de la Isla, como el Casco Antiguo o la Catedral de Palma.

Algunos visitantes optaron por tomarse un respiro y descansar en terrazas y bares, como es el caso de Veronique, Dimitri, Ellen, Erelien y Tim. Estos turistas belgas visitan por primera vez la Isla. Aprovecharon el «parón» para refrescarse tomando un zumo. Dimitri nos comenta que «estos días hemos estado disfrutando de las playas y hoy hemos decidido visitar la ciudad». Una de sus compañeras afirma que «el otro día fuimos al Aquapark y nos lo pasamos genial». La calle des Oms, Sant Miquel, la Plaça Major y Jaume II se conviertieron en el punto de encuentro de miles de ciudadanos que aprovecharon las primeras nubes de la semana para descubrir otro tipo de vacaciones, ajenas al sol y la playa.

Familias con cámaras de vídeo, jóvenes y mayores retratándose en la Plaça Major, parejas comprando postales de recuerdo y grupos buscando sobre un mapa el recorrido para acceder a la Palma monumental fueron algunas de las escenas que se repitieron durante la mañana de ayer. Además de extranjeros, tal vez más multitudinarios que el turismo nacional, los españoles también se acercaron a Ciutat antes de que apretara de nuevo el calor. Ana, Ernesto, Antonio y Pepa son naturales de Jerez y están disfrutando de sus vacaciones en la Isla. «Estamos disfrutando mucho de nuestra estancia aquí», nos comentaban mientras se dirigían hacia la Seu de Palma, uno de los puntos más visitados por los turistas, tanto por su riqueza patrimonial como por las excelentes vistas que ofrece sobre la bahía.

Sebastián Sabater