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El auto dictado por el juez ordena, a partir de mañana, la intervención de las sedes de Miret en Palma y Llucmajor, que ejecutarán el comisario de la quiebra y el interventor, según pudo saber este diario. La quiebra afecta a las sociedades Miret, Refrescos Mallorquines S.A. y Begudes Fresques S.L. El abogado de los propietarios de Miret, Joan Font, confirmó el alcance del auto dictado por el juez que da vía libre al proceso de quiebra.

Miret Piel de Cristal, la conocida empresa mallorquina de bebidas, presentó la quiebra voluntaria el pasado 25 de junio debido a la imposibilidad de hacer frente a deudas contraídas con diversas entidades bancarias y que superan los 4 millones de euros. El proceso judicial, llevado con gran sigilo por los propietarios, sorprendió a los 60 trabajadores, que siguen muy de cerca el desarrollo del proceso judicial.

Los activos de Miret no son suficientes para compensar su insolvencia, a pesar de las voces discrepantes de los representantes de la plantilla, que no se explican cuál pudo ser el origen del agujero económico denunciado ante el juez por el gerente y administrador único, Julián Puig Mojer. Miret llegó a una situación irreversible como consecuencia de factores adversos, entre ellos, su falta de adaptación a los nuevos retos empresariales. Por ahora, la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Fruita Bona ha garantizado a los productores de naranjas vinculados comercialmente a Miret, que hará efectivos los pagos pendientes.