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El Corpus en Palma revistió gran solemnidad en la Seo, donde los fieles abarrotaron el templo para la misa concelebrada que presidió el administrador diocesano, Andreu Genovart. A las siete se inició la procesión, que cambió su itinerario respecto a los dos últimos años, discurriendo por Palau Reial, Cort, Platería, Bosseria, Sindicato, Plaça Major, Colom, Cort y Palau Reial. En algunas partes del recorrido se notó una escasa presencia de público.

Encabezó la procesión el grupo Tamborers de la Sala, seguida por los lábanos, sa lledània y los grupos de Cossiers, Cavallets y xeremiers de la Escola de Música i Danses Tomeu Enseñat. Cientos de fieles acompañaron portando cirios encendidos y entonando himnos eucarísticos. Este año faltaron las banderas eucarísticas que incorporaban algunas cofradías, y la de la Adoración Nocturna, a excepcion de la de los Creuats y eSimpecado de la Hermandad del Rocío de Palma, que se distinguió por su gran aparticipación de hermanos -unos doscientos- portando su medalla.

Las insignias de la catedral, tintináculo y conopeo, así como el clero, cabildo catedral y el administrador diocesano, Andreu Genovart, precedieron la custodia con el Santísimo. Al llegar a Cort, paró y desde el balcón del Ajuntament arriaron banderas los concejales Sebastián Sansó, Maite Jiménez y Francisca Bennassar, mientras la banda municipal de música tocaba la Marcha Real. La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, vio pasar la procesión desde la acera de Cort, y señaló: «Tengo por costumbre ponerme en este lugar».