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Invitado por la asociación Néixer i Créixer, José Manuel Chica, diplomado en medicina tradicional china, pronunció ayer una conferencia sobre el arte oriental del Feng Shui aplicado a la maternidad y a la primera infancia, en el Centro Cultural Sa Nostra.

«Hace cinco mil años nació esta parte complemetaria de la medicina china, porque todo ser viviente además de la cartesiana dualidad cuerpo-mente, es medio ambiente. Cuando se produce la fecundación, cuenta la historia, que la tierra se abre y se vincula a la mujer, así como el sol se vincula al hombre. Es entonces cuando todo el universo se amplía y genera una energía que se imprime en el feto durante los nueves meses de embarazo. Durante este tiempo la sabiduría oriental entiende que el feto escucha las historias donde está escrita toda la sabiduría del universo; historias de tiempo inmemorial que recogen la energía ancestral», así comenzó José Manuel Chica su exposición de ayer en Sa Nostra.

«Es justo en el momento del nacimiento cuando estas historias se empiezan a perder, ¿hay alguien que recuerde su primer día?, ¿su primer año?. Sin embargo la energía ancestral se puede conectar a la de los padres a través de conexiones simbólicas, de manera que éstos se pueden comunicar con el bebé todavía no nacido abriéndose a la percepción a través del lenguaje del Feng Shui y preservar su memoria».