La colección es una obra a caballo entre la fotografía y la pintura.

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Para Andreu Negre, «la fotografía es la manera de capturar el tiempo evitando que pase; el objetivo es el único capaz de atrapar momentos que no se volverán a repetir». Este fotógrafo y profesor de la Escuela de Diseño ha tratado de recuperar una tradición, el «ball de bot», en su obra sobre la Escola de Ball de Bunyola; captando los movimientos y las escenas más significativas del mismo y uniéndolas mediante técnicas digitales con otros elementos que funden a la perfección tradición con modernidad. La idea de fotografiar a estos amantes de la tradición surgió al sentir con sus danzas la añoranza de una música y un baile que sus padres amaban.

María Cabot, alcaldesa de Bunyola, no ha dudado en agradecer al fotógrafo el «haber incluido en su obra la particular visión del patrimonio traducido al baile, pero que mañana podría ser la gente, las montañas o el sol». Debido al éxito que cosechó en su inauguración, está previsto que la obra se traslade a Santa Maria y, en palabras del propio Negre, «si queda tiempo también a Palma».

Su pasión por la fotografía nace de su amor a la pintura; incapaz de reproducir con un pincel el mundo que le rodea, ha encontrado en la cámara a su mejor amiga para dar rienda suelta a su creatividad; hecho que se demuestra en la multitud de exposiciones con las que cuenta alrededor de la Península. Este conjunto de fotografías, que permanecerán hasta el día 22 de mayo en la Fundació Trobada de Manacor, es una mirada al pasado sin olvidar el presente, una conjunción entre color y movimiento de un espectáculo que cuenta con gran tradición en la Isla.


Irene M. Pery