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Carreras de sacos, tiro con arco o tirachinas, pista americana, correr con un huevo en una cuchara en la boca, escuchar atentamente las historias de un cuentacuentos o incluso escalar el campanario de la iglesia... Todo es posible con un poco de imaginación y muchas ganas de divertirse y eso lo sabe muy bien el millar de escoltas de Mallorca que ayer eligieron la plaza de Binissalem para celebrar su encuentro anual, imposible aburrirse.

>Cerca de un millar de chavales de todas las edades forman el Moviment Escolta i Guiatge de Mallorca que una vez al año organiza una gran acampada a modo de encuentro global para intercambiar ideas, y sobre todo hacer amigos.

El sábado los chicos y chicas llegaron a la finca municipal de Can Arabí, situada a 1,5 kilómetros de Binissalem, donde montaron sus tiendas de campaña para pasar la noche. Allí realizaron todo tipo de actividades, pero nada comparado con la jornada de ayer con más de cincuenta actividades programadas.

Elena Ballestero