Las pastas se rellenan con guisantes y varios tipos de carne, aunque también puede utilizarse pescado.

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Las tradicionales panades han vuelto a llenar los hogares mallorquines. Estas pastas se elaboran generalmente en Semana Santa y Pentecostés, aunque cada familia y cada pueblo tienen costumbres diferentes; así, en Felanitx y alrededores también se comen en Navidades. Las panades son una especie de cuencos cilíndricos que se rellenan y a los que se coloca una tapa; con ligeros pellizcos en los bordes se unen cuenco y tapa. Al principio puede resultar una tarea dificultosa pero es cuestión de paciencia y práctica.

Harina, manteca de cerdo, agua y aceite de oliva son los ingredientes básicos en la elaboración de la masa, aunque no hay ningún buen panader que se precie que no tenga sus secretos para darles ese sabor tan diferente y particular. Algunos de esos secretos tan celosamente guardados durante siglos son no utilizar los puños mientras se amasa la pasta o algún ingrediente extra, como la ensaïmada cruda. En el relleno generalmente se utilizan guisantes acompañados de varios tipos de carne, como cerdo, cordero, pollo o conejo, dependiendo de las preferencias de cada uno. En numerosas localidades las panades también se preparan con varios tipos de pescado, como el atún o la mussola.

Una vez elaboradas todas las panades, algunas personas optan por acudir a su panadería de confianza donde se las hornean. En los últimos años, ésta es la opción más utilizada, para tener así la seguridad de que las pastas estarán en su perfecto punto. Otros utilizan el horno de su casa y los más tradicionales las cuecen en el horno de leña. La tradicional preparación de las panades y de los rubiols, un postre también muy típico en Semana Santa, es sinónimo de reunión para compartir entre los familiares y amigos unas agradables horas de conversación mientras se elaboran estas, pastas que en los días posteriores se van a poder degustar.

En algunos pueblos como Alcúdia existe la tradición de subir a la ermita de la Victòria el martes después de Pascua a acabar les panades, ya que era costumbre subir al santuario a comerse las últimas pastas. Actualmente se conoce como anar a fer el pancaritat, y en otros municipios, como Manacor, se llama anar de berena.

M. Puigròs (texto y fotos)