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Entre 15.000 y 20.000 personas, según los organizadoras, y unas 7.000, según la Policía Local, salieron ayer por la tarde a las calles de Palma para volver a manifestarse contra la guerra. Al principio parecía que la gente no iba a responder, al menos tanto, porque el conflicto bélico en Irak ha entrado en su última fase y porque ya se han organizado numerosas manifestaciones desde el 15 de febrero. Sin embargo, tal como destacaron los organizadores (Plataforma per la Democràcia i la Globalització Social) y algunos representantes políticos, la mayor parte de la ciudadanía sigue concienciada contra la guerra y continúa protestando, aunque apuntaron la conveniencia de buscar otros modos de protesta diferentes además de las manifestaciones.

La marcha se inició a las 18.30 horas en la Plaça d'Espanya y tomó las Avingudes en dirección al mar. Grupos de animación y de tambores aportaban un sentido lúdico a la manifestación, aunque ésta no dejó de expresar su indignación contra aquellos a los que considera responsables de la guerra: Bush, Blair y Aznar, caricaturizados de todas las formas posibles. Sus nombres fueron coreados permanentemente, y no de manera favorable.