TW
0

El Ministerio de Fomento y el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA-Madrid) inaugurarán el próximo martes la terminal interislas, cuya finalización de obra fue entregada ayer a AENA. La nueva instalación podrá ser utilizada por las compañías aéreas en los vuelos interislas, en una primera fase experimental, para a continuación también poder extender su operatividad a los vuelos con la Península. El presidente de AENA, Eladio Seco, así como representantes del Ministerio de Fomento, se desplazarán a Palma para asistir al acto inaugural, según han confirmado fuentes del Ministerio de Fomento.

AENA adjudicó en diciembre de 2001 a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) la construcción de la terminal satélite-interislas, con el objetivo de solventar los problemas de traslados y largas distancias de acceso a los módulos A, C, D y D a los pasajeros con vuelos a la Península (tráfico doméstico) y al tráfico interinsular. Desde AENA indicaban en su día que «este nuevo edificio, que contará con 2.500 metros cuadrados en su planta baja y ocho puertas de embarque, facilitará los tránsitos y el acceso de los pasajeros al avión. También acortará la distancia a recorrer por los mismos desde la planta de facturación del edificio terminal, ya que el pasaje podrá acceder al nuevo módulo mediante una pasarela, sin pasar por la planta de salidas».

El nuevo edificio albergará, en este sentido, todos los servicios necesarios, tanto comerciales como de restauración, para asistir al pasajero, y dispondrá con una zona de espera similar a la que existen en los módulos del aeropuerto.

El acceso a los aviones se realizará, en una primera fase, a través de jardinera mediante las ocho puertas de embarque habilitadas al efecto. Sin embargo, en la segunda fase del proyecto, con la construcción de la nueva plataforma prevista para 2003, el pasajero podrá embarcar directamente a través de cuatro de ellas, quedado las restantes dispuesta para embarque en remoto. La primera fase de su construcción contempla una inversión de 3,61 millones de euros y su ejecución solventa una de las principales demandas de las aerolíneas.