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Tras enterarse por «Bunte» de que su esposo tenía novia, Birguitta se mostró muy tranquila. Es más, no varió en absoluto la rutina diaria: jugar a golf. Finalizada la partida la abordamos en el bar del Hotel de Golf de Santa Ponça. Vestía completamente de blanco y en todo momento se mostró jovial y muy correcta. Como siempre.

-Estoy segura que no. -Ni él ni yo jamás nos hemos planteado el divorcio, por tanto no lo vamos a hacer ahora. Reconozco que para mí ese reportaje ha sido una sorpresa, que no me ha hecho feliz, y que si lo lamento por algo es por mis hijos.

-¿Qué opina de este asunto?
-Mi marido me ha llamado desde Alemania y me ha dicho que ha sido una historia inventada por los periodistas.

-De acuerdo, pero hay una foto de ambos, sonrientes y distendidos, sobre el titular -«Sí, éste es mi amor», afirma su esposo-, muy elocuente, ¿no?
-Ellos no posaron, me dijo mi marido. Esa foto la pudieron haber hecho en cualquier acto o presentación a la que ambos acuden. Recuerde usted que ella es su secretaria.

-¿Podría haber sido ella, Sabine, la que hubiera propiciado ese reportaje?

-En la revista «Bunte» se dice que usted declaró que desde que está separada de su esposo está «viviendo los años más felices de mi vida».
-Es falso. Aparte de que yo nunca diría eso, jamás he hecho ninguna declaración a «Bunte».

-¿Están ustedes separados?
-Solo separados en la distancia. Él vive en Munich y yo paso largas temporadas en Mallorca, desde donde viajo a Alemania para ver a la familia o ella se desplaza aquí, para verme a mí.

-¿Puede tener alguna repercusión ese reportaje... ¡qué se yo!, ¿puede ser motivo de divorcio?

Birguitta nos dice que no busquen en ella ningún tipo de escándalo, ni reproches, «y si quieren saber algo más, pregúntenle a él. Yo no tengo nada más que decir. Bueno, sí; que estoy muy feliz en Mallorca, donde ahora mismo hay 93 compatriotas míos jugando a golf; que la próxima semana viajo a Polonia en un viaje de promoción de la Isla, y que un poco más adelante iré a Hong Kong por el mismo motivo».


Pedro Prieto